SEVILLA 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía reorganizará la Formación Profesional (FP) para el Empleo con el fin de implantar un modelo más flexible, ajustado a las demandas de las empresas y coordinado con el sistema educativo, según se recoge en el decreto elaborado por la Consejería de Empleo y aprobado hoy por el Consejo de Gobierno, que integra las actuales FP Ocupacional (para desempleados) y Continua (para trabajadores en activo), además de mejorar su coordinación con la FP Inicial o reglada (la del sistema educativo).
Junto con ello, y a iniciativa de la Consejería de Educación, el Gobierno andaluz también aprobó el decreto regulador de los denominados Centros Integrados de Formación Profesional, donde se podrán impartir las dos modalidades y que comenzarán a funcionar este curso. Se trata de unas medidas pioneras en España en el camino del nuevo modelo de economía sostenible.
La primera de estas normas sustituye a la vigente desde 1997 y, además de fusionar las modalidades ocupacional y continua, incorpora dos novedades relevantes: la adaptación de la planificación de cursos a las necesidades del tejido productivo de cada territorio y la introducción de los Certificados de Profesionalidad, que reforzarán el reconocimiento de estas acciones formativas con la posibilidad de su convalidación por módulos de la FP reglada.
Respecto a la planificación, el nuevo modelo sustituye el actual sistema de convocatoria anual de cursos (en el que las entidades colaboradoras presentaban sus propuestas) por otro de varias convocatorias al año en las que la Consejería de Empleo detallará qué especialidades pueden promoverse en cada territorio para el desarrollo de las acciones formativas. Estas especialidades serán fijadas por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) a través de su Sistema Argos de Prospección Permanente del Mercado de Trabajo, dependiendo del tipo de oferta laboral existente en cada una de las 45 áreas territoriales que componen la red de servicios de la Consejería de Empleo.
La otra novedad destacada es la regulación de los Certificados de Profesionalidad, figura creada recientemente por la legislación estatal, y que acredita con carácter oficial las competencias adquiridas en los cursos, se incluyen en el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y pueden ser homologadas con módulos de la FP reglada del sistema educativo.
La norma aprobada por el Consejo de Gobierno mantiene las actuales becas en concepto de transporte, manutención y alojamiento para desempleados beneficiarios de los cursos e introduce nuevas ayudas para conciliar vida laboral y familiar, destinadas a alumnos que tengan a su cargo menores de seis años o familiares dependientes con discapacidad de segundo grado. Las cuantías de estas últimas se establecerán en una posterior orden de desarrollo.
Además de los distintos cursos que se programan, el decreto incluye como acciones de Formación Profesional los cursos con compromiso de contratación; los programas públicos de empleo y formación en los que se combina la práctica profesional con el aprendizaje, y las acciones de investigación e innovación para mejorar la calidad y eficacia de los contenidos.
Como colectivos prioritarios de la FP para el Empleo, la norma señala a las mujeres, los jóvenes, los inmigrantes, los trabajadores de pequeñas y medianas empresas y las personas con mayores dificultades de acceso al empleo (discapacitados, afectados y víctimas del terrorismo o de la violencia de género, desempleados de larga duración, mayores de 45 años y personas en riesgo de exclusión).
Finalmente, el decreto establece la creación del Fichero Andaluz de Especialidades Formativas, que incluirá tanto las Cualificaciones Profesionales como otras materias impartidas en cursos con compromiso de contratación, en acciones dirigidas a trabajadores en activo o en aquellas otras que abordan yacimientos de empleo y profesiones emergentes. De igual modo, se crea el Sistema Integrado de Información y Orientación, que se encuadrará en la red de servicios de orientación profesional del SAE con el fin de ofrecer información sobre oferta formativa, itinerarios y certificados de profesionalidad a empresas, trabajadores y desempleados.
Más de 90.800 desempleados andaluces y 38.900 trabajadores en activo están participando este año en los 9.200 cursos de Formación Profesional para el Empleo programados en Andalucía, con una inversión que supera los 300 millones de euros. Actualmente, los cursos de FP para desempleados mantienen un nivel de inserción laboral de sus alumnos del 52%. Centros Integrados, según explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno el consejero de Empleo, Antonio Fernández.
"AUTOPISTAS DEL EMPLEO"
El segundo de los decretos aprobado regula los Centros Integrados de Formación Profesional, en los que se realizará una oferta unificada de las enseñanzas de FP Inicial y FP para el Empleo. Estos centros estarán especializados en sectores productivos concretos y el objetivo es que funcione uno por cada una de las 26 familias en que se estructura la FP Inicial, de modo que se conviertan en referencia para el resto en sus respectivas áreas profesionales.
Este curso comenzarán a funcionar en Andalucía los primeros cuatro centros integrados en los institutos de Educación Secundaria Hurtado de Mendoza, que alberga la Escuela de Hostelería y Turismo de Granada y Marítimo Zaporito de San Fernando (Cádiz); el Consorcio Escuela de la Madera de la Junta de Andalucía de Encinas Reales (Córdoba), y el Centro Público de Formación para el Empleo de Linares (Jaén), según expuso la consejera de Educación, Mar Moreno, quien resaltó que se pretende ofertar una nueva Formación Profesional a la "medida de cada persona", esto es, que cada cual pueda elegir su "traje formativo a medida". "La Formación Profesional no es la cenicienta de la política educativa, sino que nos sitúa directamente en la autopista del empleo", sentenció.
Asimismo, quiso poner el acento en la necesidad de que la sociedad se conciencie de que una baja formación conduce a un empleo de baja calidad, lo que "achica las posibilidades de desarrollo colectivo". "Lo que conduce de verdad a las autopistas del empleo es la titulación y la formación", apuntó.
Los centros integrados impartirán enseñanzas propias de Ciclos Formativos de Grado Medio y Grado Superior conducentes a las titulaciones de Técnico y Técnico Superior, respectivamente, así como cursos de inserción laboral y de formación permanente de trabajadores para la obtención de certificados de profesionalidad convalidables por módulos de la FP Inicial.
Además de la actividad docente, los centros desarrollarán funciones de acreditación de las competencias profesionales de los trabajadores e incluirán servicios de información y orientación laboral, tanto para aquellos jóvenes que comienzan sus estudios postobligatorios de FP como para trabajadores sin titulación oficial, con el fin de ofrecer una formación "a la carta" ajustada a las necesidades de cada alumno. Asimismo, mantendrán un contacto permanente con el sistema de prospección del mercado de trabajo y con el entorno productivo para la actualización y adecuación de la oferta de enseñanzas a las demandas formativas de las empresas.