La Junta y el Ayuntamiento inscriben el conjunto funerario en la RECA y proyectan un centro de visitantes para 2010
CASTILLEJA DE GUZMÁN (SEVILLA), 23 (EUROPA PRESS)
Las nuevas excavaciones del dolmen de Montelirio, enclavado sobre una finca de 16.000 metros cuadrados en Castilleja de Guzmán (Sevilla) y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), arrancarán en el plazo aproximado de un mes y medio y estarán a cargo de los arqueólogos Álvaro Fernández, Vicente Aycart y José Luis Escacena, quienes gozarán de un presupuesto de 300.000 euros para desentrañar el pasado de este monumento funerario cuyo origen se remonta al menos al periodo comprendido entre los años 2.500 y 2.300 antes de Cristo.
Después de que la intervención arqueológica consumada durante la primavera de 2007 se saldara con el descubrimiento de los restos óseos de 16 personas, 4.000 cuentas de collar y otros restos de ajuar, la nueva campaña de excavaciones arqueológicas comenzará dentro de aproximadamente un mes y medio, una vez que concluyan otras labores de limpieza y desbroce que la Consejería de Cultura espera acometer sobre la finca, visitada hoy por la consejera de Cultura, Rosa Torres, al objeto de formalizar la adhesión del dolmen a la Red de Espacios Culturales de Andalucía (RECA).
De hecho, Rosa Torres y el alcalde de Castilleja de Guzmán, Carmelo Ceba (PSOE), han suscrito hoy dicho acuerdo y han abordado el futuro del dolmen prestando especial atención a la citada campaña de excavaciones arqueológicas, que según dijo a Europa Press el primer edil comenzará en aproximadamente "un mes y medio" de la mano de los conocidos arqueólogos Álvaro Fernández, Vicente Aycart y José Luis Escacena, lo que consolida al equipo de expertos que protagonizó la intervención de 2007.
En ese sentido, Carmelo Ceba concretó que estos especialistas están "terminando" ya la redacción del proyecto de intervención al objeto de que la Consejería de Cultura supervise el documento y autorice el comienzo de los trabajos, que cuentan con un presupuesto de 300.000 euros según ha informado la Delegación provincial de la Consejería de Cultura.
Este dolmen, en palabras de la consejera, "va ser objeto de un definitivo proyecto de investigación, conservación y puesta en valor que será llevado a cabo por la Consejería de Cultura en colaboración con el Ayuntamiento y que se va a desarrollar entre este año y el próximo", para lo cual su departamento ya ha limpiado y adecentado la finca sometida a la protección de la declaración BIC y ha instalado una cubierta provisional que en 2010 será sustituida por una carpa "definitiva" que acompañará al futuro centro de visitantes, cuya construcción también está señalada para ese año.
"Es un compromiso muy importante", dijo el alcalde en cuanto al futuro del dolmen, un futuro que creyó zanjado ante esta clara apuesta de las administraciones por la recuperación del monumento funerario como activo patrimonial y turístico.
CONSOLIDACIÓN DE ACTIVOS PATRIMONIALES
La adhesión del Dolmen de Montelirio a la RECA, entre otras ventajas, permitirá al titular de este bien inmueble, en este caso el Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán, solicitar aquellas subvenciones o ayudas que se establezcan con cargo al programa correspondiente a la Red de Espacios Culturales de Andalucía. Además, con su incorporación a la Red este enclave arqueológico entrará a formar parte de la Agenda de la RECA, una guía editada por la Dirección General de Bienes Culturales con carácter anual y en la que se incluyen las actividades programadas en los conjuntos arqueológicos y monumentales y enclaves con la finalidad de acercar al ciudadano a estos espacios.
Las nuevas actuaciones en este enclave histórico se enmarcan en el plan de la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía de declarar como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Zona Arqueológica, los asentamientos prehistóricos y dólmenes de Valencina de la Concepción y Castilleja de Guzmán.
Según la nueva Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía, aprobada en noviembre de 2007 por la Cámara andaluz, la nueva figura de la 'Zona Arqueológica' define aquellos "espacios claramente determinados en que se presuma fundamentalmente la existencia de restos arqueológicos de interés y se considere necesario adoptar medidas precautorias", lo que obliga a conservar 'in situ' hallazgos como los tholos o inhumaciones descubiertas en el Plan Parcial número cuatro de Castilleja de Guzmán, donde se había proyectado un geriátrico y una gran superficie comercial.