Piden 1 año y 9 meses de cárcel para la dueña de un bar por ruidos que lesionaron a dos vecinos

Actualizado: martes, 7 junio 2011 16:10

SEVILLA 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Medio Ambiente, Urbanismo y Patrimonio Histórico de Sevilla ha solicitado un año y nueve meses de cárcel para la propietaria de un bar ubicado en la pedanía de Esquivel, de la localidad de Alcalá del Río, por el ruido "excesivo" e "intolerable" provocado por la música de su establecimiento, que llegó a generar en dos vecinos "un trastorno adaptativo mixto ansioso depresivo, con merma notable de su calidad de vida".

Según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, la acusada, identificada como R.M.F., explotó durante los años 2008, 2009 y 2010 un bar, aseverando que, si bien había obtenido el 3 de junio de 2008 una licencia para cafetería sin cocina y sin música, "realmente se trataba de un bar en el que, bastantes meses antes de la licencia de apertura, habitualmente se ponía música a elevado volumen procedente fundamentalmente de dos televisores sin limitadores acústicos".

Asimismo, el fiscal apunta que la acusada también causaba ruidos desde la vía pública, "pues emplazaba veladores en la calle que, aunque autorizados, invadían la calzada", siendo responsable además de las molestias acústicas procedentes de los equipos de aire acondicionado, tras todo lo cual concluye que "la calificación urbanística de la zona impedía la actividad de bares con música, por ser uso residencial para viviendas unifamiliares".

El Ministerio Público pone de manifiesto que, sobre el bar, residían en aquel tiempo dos vecinos que, durante ese tiempo, especialmente en las noches y los fines de semana, "se vieron en su casa expuestos continuamente a ruidos excesivos e intolerables", todo ello a pesar de que la acusada "conocía las graves molestias que continuadamente causaban a los habitantes de esa vivienda y de las repetidas inspecciones de la Policía Local, alertada tras denuncias vecinales".

Añade que una medición sonométrica verificada en la noche del 24 al 25 de abril de 2009 arrojó resultados de inmisión de ruidos en el dormitorio de los vecinos mencionados de 34,2 dba, cuando el límite reglamentario es de 30, mientras que el nivel de emisión de las fuentes de ruido del bar era del 58,8 dba, cuando el límite reglamentario por ser zona residencial, es de 55. Además, el 5 de mayo de 2009 se hicieron pruebas de aislamiento a ruidos de impacto y aéreo emitidos desde el local, y el resultado fue que tenía un aislamiento a ruido aéreo "claramente inferior al mínimo exigido".

AFECCIÓN AL SOSIEGO Y EL DESCANSO NOCTURNO DE LOS VECINOS

Según asevera el fiscal, los dos vecinos afectados "se han visto durante ese periodo de tiempo expuestos reiteradamente a ruidos que por su frecuencia, intensidad, duración y falta de control sobre la fuente han afectado gravemente a su sosiego, descanso nocturno y conducta", ya que la situación mantenida "les ha generado intenso estrés". Ambos requieren para su curación de tratamiento médico psicofarmacológico que, siendo sintomático, "solamente cederá cuando cese la exposición continuada a los ruidos excesivos".

Ambos perjudicados se han reservado las acciones civiles para ejercerlas separadamente, habiendo obtenido por resolución del Juzgado de Primera Instancia número 22 de Sevilla una indemnización de 3.000 euros cada uno y obligación de cesar en la emisión.

Por todo ello, la Fiscalía pide para la acusada nueve meses de cárcel, el pago de una multa de 4.800 euros e inhabilitación especial para el ejercicio de profesión u oficio relacionado con la hostelería por 18 meses por un delito contra el medio ambiente, y un año de prisión por dos delitos de lesiones, así como el pago de las costas.