SEVILLA 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Salud, María Jesús Montero, ha precisado este miércoles que el plan andaluz de prevención contra las agresiones a los sanitarios ha registrado el pasado año un total de 943 actos violentos, de las que 736 eran de tipo verbal y 207 de tipo físico, si bien ha resaltado el civismo de la inmensa mayoría de usuarios que acuden al sistema sanitario "que ni mucho menos se comporten de forma agresiva".
A preguntas de los periodistas tras presentar en Sevilla los últimos datos de listas de espera, la titular del ramo se ha referido así al informe dado a conocer este pasado martes en Madrid por la Organización Médica Colegial (OMC), en el que se ponía de manifiesto que los Colegios de Médicos de Jaén y Granada se han situado en primer y segundo lugar, respectivamente, en el ranking de entidades médicas colegiales del conjunto de España que ostentan la tasa más alta de agresiones cometidas contra sus facultativos.
Montero, quien sobre dicho informe de los galenos ha puntualizado que "se refieren solo a médicos", ha recordado la labor de los últimos años de su departamento en este ámbito y ha dicho, en este sentido, que desde 2005 Andalucía cuenta con un sistema de registro de detección de agresiones a profesionales sanitarios, siendo el primero del tipo que se creó a nivel nacional.
En cuanto a los datos de su departamento, "distintos a los de la OMC" --ya que contabiliza agresiones no sólo a médicos, sino de celadores, enfermeros, médicos auxiliares administrativos y otros trabajadores del sistema--, ha detallado que de enero a diciembre de 2010, en Andalucía se ha registrado un total de 943 agresiones, de las que 736 eran verbales y 207 físicas. Estas 943 agresiones, "suponen 193 más que las registradas en 2009", siendo también las agresiones verbales "las que más se han incrementado (en 181) por sólo 12 más las físicas".
Aún con todo, ha reconocido que los datos de la OMC "despiertan nuestro interés en el apartado cualitativo", por cuanto dicen que "el 31 por ciento de las agresiones tuvo una causa aparente de discrepancia con la atención médica; el 13 por ciento porque no se receta el medicamento que el paciente cree que se le debe recetar; el 11 por ciento porque hay discrepancias personales en relación al criterio del médico y el 4 por ciento es un malestar con el funcionamiento del centro".
Estos datos, ha dicho, suponen que la causa de las agresiones en su mayoría no responden a un mal funcionamiento de los centros. Finalmente, ha recordado que su Consejería ha invertido en estos años "más de 114 millones de euros en prevención, con cursos de formación, timbres antipánico, más de 1.200 videocámaras y más de 400 vigilantes de seguridad", entre otros elementos.
Sea como fuere, y tras aportar estos datos, ha asegurado que ello "no significa que la mayoría de los ciudadanos se comporten de forma agresiva, ya que lo hacen con absoluto civismo. Los ciudadanos andaluces son muy adecuados y habitualmente tienen un grado de confianza muy alto con su médico", ha insistido Montero.