Susana Díaz, presidenta de Andalucía - EUROPA PRESS
En presencia de Rubalcaba y Elena Salgado, critica también el "efecto demoledor de anunciar brotes verdes" como un error del anterior Gobierno
MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha asegurado este jueves que "no fue un acierto" que el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se comprometiera a aceptar "cualquier texto del Estatut que viniese de Cataluña" y se ha preguntado si alguien pensó que "no iba a pasar nada" después de que el Tribunal Constitucional se pronunciara sobre este texto, que había sido aprobado por las Cortes Generales y ratificado por los ciudadanos catalanes.
"Lo que ha pasado nunca debimos consentirlo", ha afirmado Díaz en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Forum, al que han asistido, entre otros, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el líder de los socialistas catalanes, Pere Navarro.
Así, y aunque no lo ha nombrado expresamente, Díaz se ha referido al compromiso del anterior jefe del Ejecutivo: "Les voy a ser sincera creo que no se acertó cuando se proclamó que se aceptaría cualquier Estatuto que viniera de Cataluña", ha dicho, para inmediatamente después criticar también al PP, al añadir que fue un "inmenso error" de este partido "iniciar una ola de anticatalanismo por toda España, recogiendo firmas contra un Estatuto, que además iba dirigido exclusivamente a captar votos a cualquier precio".
"HA PASADO LO QUE NUNCA DEBERÍAMOS HABER CONSENTIDO"
Además, ha recalcado que "lo que ocurrió después" es que la sentencia del Tribunal Constitucional contra algunos de los artículos de este Estatut en 2010, recayó sobre "un texto legal que había sido aprobado por el Parlamento de Cataluña, enmendado y aprobado por las Cortes Geerales y ratificado en referéndum por la ciudadanía". "¿Alguien pensó que no iba a pasar nada? Sí que ha tenido consecuencias: esto que vemos hoy en Cataluña es lo que ha pasado, lo que nunca deberíamos haber consentido", ha remachado. "Parte de culpa hemos tenido todos", ha insistido.
En otro momento de su intervención inicial, Díaz también ha criticado al anterior Gobierno socialista, para, después de defender la necesidad de "aprender de los errores cometidos" por los antecesores, referirse al "efecto demoledor de anunciar brotes verdes" cuando "en realidad" España estaba "en antesala de una nueva recesión". "No reduzco al actual Gobierno los errores en la gestión de la crisis", ha explicado, en presencia también de la exministra de Economía y Hacienda Elena Salgado.
DESMONTAR "LA TRAMPA DEL DERECHO A DECIDIR"
Por lo que se refiere a la situación con Cataluña ha defendido que lo que hay que hacer ahora es "reconducir" la situación y desmontar "la trampa del derecho a decidir", porque hay "muchos catalanes" que se identifican como catalanes y españoles y a los que una mayoría no puede "privar" de su nacionalidad. "Unos no pueden decidir por todos que quieren romper la unidad de este país", ha recalcado.
A su juicio, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no puede "eludir su responsabilidad de liderar la salida" de esta situación, en el que "las cosas han ido demasiado lejos". "Urge comenzar a reconducirlas por las únicas vías que corresponde: diálogo, democracia y Estado de derecho", ha recalcado.
Díaz ha recalcado que en la "base" del "desafío soberanista" hay "razones de diversa índole", también "de carácter económico, de carácter social y derivadas de la pérdida de prestigio de las instituciones". El problema es, ha afirmado, que actualmente "una parte muy significativa de los catalanes ha dejado de creer en las posibilidades de un proyecto común con el resto de España".
Además, ha apuntado que, para llegar a esta situación, al independentismo catalán "le ha venido como anillo al dedo el 'España nos expolia', para eludir las propias responsabilidades y para justificar que está aplicando las mismas recetas que la derecha de España", un argumento que "ha calado en una población que, como la del resto de España, ha venido sufriendo un deterioro general de su calidad de vida y una pérdida de los derechos sociales".
A su juicio, el independentismo "se está aprovechando del sufrimiento de muchos ciudadanos, causado por la crisis y por las recetas neoliberales". De hecho, ha asegurado que "muchos" catalanes "salieron a la calle por desasosiego".
CATALUÑA TIENE MOTIVOS PARA SENTIRSE AGRAVIADA; ANDALUCÍA, TAMBIÉN
Pero, y aunque ha reconocido que Cataluña "tiene motivos para sentirse agraviada" por el sistema de financiación actual, como, ha dicho, los tiene Andalucía, ha insistido en que lo que hace falta ahora es no crear "nuevos problemas", sino encontrar "soluciones". Para ello, ha apuntado, el Gobierno de Mariano Rajoy "tiene que dar una respuesta, pensando no tanto en el Gobierno de Cataluña, sino en la sociedad catalana".
Y, para empezar, esta respuesta debe pasar por "la claridad", es decir, por dejar patente que el derecho a decidir la independencia de Cataluña "no existe en ninguna constitución del mundo". A partir de aquí, ha defendido que la solución también está "necesariamente" en una reforma de la Carta Magna, que no es "intocable" y "debe saber recoger las demandas de una sociedad como la española, que tanto ha cambiado en las últimas tres décadas".
Esta reforma, ha añadido, debe "reconocer la singularidad de comunidades que tienen una identidad bien diferenciada y, al mismo tiempo, garantizar el principio irrenunciable de la igualdad básica de todos los ciudadanos y de todas las ciudadanas de este país, hayan nacido donde hayan nacido y vivan donde vivan".
Por su parte, ha asegurado que desde Andalucía están "dispuestos a contribuir a esa tarea, a arrimar al hombro". "Andalucía -ha asegurado-- sabrá jugar su papel equilibrador, respetuoso con las identidades de cada uno, integrador de todos y de defensa del principio de igualdad".
No obstante, también ha avisado a quienes tengan la "tentación de intentar resolver el problema planteado con Cataluña" reconociendo su singularidad al mismo tiempo que "se atenta contra la autonomía de comunidades como Andalucía" y ha asegurado que, en ese caso, se pasaría de un problema a tener dos. "Ni lo necesita Cataluña, ni lo aceptaría Andalucía, ni le convendría a España", ha remachado.
En concreto, ha asegurado que pensar que de esta crisis se saldrá recurriendo al centralismo que "tanto daño ha hecho" a regiones como Andalucía, es "otra ensoñación del mismo calibre que los que defienden el independentismo". De lo que se trata ha dicho, es de "renovar el pacto constitucional para que se garanticen mejor los derechos de los españoles, la salud, la educación, la asistencia social, y que dé lugar a un nuevo modelo de convivencia que reconozca y respete la diversidad de nuestro país".