SEVILLA 12 May. (EUROPA PRESS) -
Varias decenas de personas se han manifestado en la mañana de este jueves en la capital hispalense en contra de la decisión adoptada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Sevilla por la que una madre tendrá que entregar a su hijo de cuatro años de edad al padre, sobre el que pesa una condena de nueve meses de prisión por maltratar a su ex pareja y madre del pequeño.
En este sentido, y según ha explicado a Europa Press Francisco Pulido, padre de esta mujer y abuelo del menor de edad, la manifestación ha partido de los juzgados del Prado, donde han permanecido concentrados durante unos minutos protestando por la decisión adoptada del juez, y ha continuado por los juzgados de Familia y los de Violencia sobre la Mujer, donde ha concluido con la lectura de un manifiesto.
El pasado día 17 de febrero el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 celebró una comparecencia en la que tanto el Ministerio Público como el abogado del padre interesaron el cambio de guarda y custodia a favor de éste último, tras lo cual el juez dictó un auto en el que adoptaba como medida "cautelar" atribuir la custodia al progenitor, siendo la patria potestad compartida por ambos. Asimismo, acordó dejar sin efecto la obligación del padre de abonar la pensión de alimentos por importe de 500 euros y declara la obligación de la madre de abonar 250 euros.
"INCUMPLIMIENTOS REITERADOS" DE LA MADRE
En el auto, consultado por Europa Press, el juez llama la atención sobre "los incumplimientos reiterados de la madre" de acudir al punto de encuentro, lo que motivó que se le impusiera una multa coercitiva en julio de 2010, y señala que, "pese a ello, no se llevaron a cabo las visitas tuteladas previstas para el 9 de septiembre, 14 y 28 de octubre", señalando que los técnicos del punto de encuentro "dejaban constancia de que se ha podido observar una evolución positiva en la adaptación del menor a los encuentros con su padre, mostrándose el mismo sonriente, dinámico y participativo".
Así, los técnicos "aconsejaron que, para la progresión del régimen de visitas, las mismas se pudieran efectuar en un entorno más natural y, por ende, fuera del punto de encuentro, lo que le fue notificado a la madre el 22 de octubre de 2010". Tras ello, y según prosigue el juez, "las incomparecencias de los días 11 y 25 de noviembre y 2 de diciembre de 2010 se justificaron alegando una diarrea intermitente, y las de los días 9 y 16 de diciembre aportando partes médicos", hasta que el 22 de diciembre de 2010 "el abuelo materno manifestó al punto de encuentro que su nieto no acudirá a ninguna visita prevista mientras el Juzgado no se pronuncie".
"FALTA DE COLABORACIÓN"
Tras resaltar "la falta de colaboración" de la madre, el juez dice que "no es dable utilizar la enfermedad que pudiera sufrir el menor como mecanismo para evitar el contacto con su padre, llegando a difuminar la figura paterna hasta el punto de que el menor llame a su abuelo 'papá'", agregando que, "si bien es cierto que el menor estuvo ingresado algunos días de noviembre en el Macarena, ello no puede suponer una generalización del estado de salud del mismo que le imposibilite de forma crónica y reiterada para acudir al punto de encuentro".
El hecho "de haber dejado de acudir al colegio en el primer trimestre en 18 ocasiones no supone un absentismo ni tampoco una situación de enfermedad prolongada en el tiempo, más allá de algunos episodios concretos", añade el juez en el auto, en el que asevera que "lo que se está poniendo al descubierto es un evidente problema de aptitud de la madre para cumplir con el conjunto del papel que conlleva ser guardador y custodio exclusivo del hijo", por lo que acuerda dar la custodia al padre.