CÓRDOBA 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El equipo de investigación FQM-215 del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario 'ceiA3', que dirige el catedrático de Química Analítica de la Universidad de Córdoba (UCO) Miguel Valcárcel Cases, ha diseñado un modelo de evaluación basado en la técnica de Espectrometría de Movilidad Iónica (EMI) para calificar el aceite de oliva virgen extra y evitar fraudes.
Según informa la institución en una nota, en dos años de estudio, los investigadores del 'ceiA3 han probado que, mientras no existen datos científicos que avalen la fiabilidad de otras técnicas analíticas para confirmar de forma inequívoca el etiquetado de una muestra de aceite de oliva, la EMI supone una forma eficaz de garantizar que el aceite analizado cumple con los requisitos exigidos para ser considerado y comercializado como 'virgen extra'.
Esta técnica se presenta como un posible sistema de cribado --'screening'--, y podría ser usada con facilidad por el sector oléico, ya que permite realizar de forma rápida y fácil el análisis de muestras de aceite con el fin de conocer su categoría.
Observando los porcentajes obtenidos, tanto de clasificación (97%) como de predicción (87%), el equipo de Valcárcel asegura en varios artículos científicos que "la EMI podría ser una técnica con buenas aptitudes para el estudio de la calidad de muestras de aceite de oliva y evitar las actuales pérdidas económicas y fraudes que una mala clasificación genera en el sector oleico".
En este sentido, aclaran que "debido a la complejidad que desde un punto de vista de su composición química presentan las distintas muestras de aceite de oliva, todavía se debe invertir tiempo y esfuerzo en seguir investigando el potencial de esta técnica para poder afinar su poder clasificatorio y predictivo con casi un cien por cien de seguridad, de modo que su uso sea viable en los laboratorios agroalimentarios de rutina".
En cualquier caso, lo que sí ha quedado demostrado es la rapidez de esta técnica, que en sólo 15 minutos puede calificar un aceite. Además, EMI no exige pretratamiento de las muestras, lo que acelera el procedimiento, en contraposición al método oficial que requiere de numerosos análisis además del sensorial, implicando largos tiempos de análisis para confirmar la calidad de un aceite de oliva.
Cabe destacar que los resultados publicados por los investigadores del 'ceiA3' han despertado el interés de otros grupos de investigación especializados y de cooperativas productoras y comercializadoras de aceite.