Alrededor de 290.000 oferentes entregan más de seis millones de flores a la Virgen del Pilar

ZARAGOZA 12 Oct. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de 290.000 oferentes han entregado más de seis millones de flores a la Virgen del Pilar en el Día de la Hispanidad, 12 de octubre, a lo largo del día. Pasadas las 19.00 horas los voluntarios del Ayuntamiento continuaban recogiendo ramos florales. La Corporación municipal ha participado.

En declaraciones a los medios de comunicación bajo el manto de flores de la Virgen del Pilar, el consejero de Cultura, Educación, Medio Ambiente y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Zaragoza, Jerónimo Blasco, ha explicado que la de este año es la segunda cifra más alta de participantes de la historia después de 2009.

También ha sido la ofrenda más larga, ya que ha durado más de 11 horas y media, y una de las más calurosas. Los oferentes han tenido más de 100.000 espectadores, ha dicho Jerónimo Blasco.

Este año han participado más grupos internacionales de oferentes que nunca, ha continuado Jerónimo Blasco, quien ha resaltado que no ha habido incidentes ni "especiales quejas" por el cambio de recorrido, motivado por las obras de la segunda fase del tranvía.

El nuevo recorrido ha gustado a algunos porque es menos pesado para los niños, ha dicho Jerónimo Blasco, quien ha recordado que el próximo año la Ofrenda volverá a su recorrido inicial. Blasco ha mencionado el concierto de campanas y el concierto de jotas, que han tenido lugar durante la ofrenda, así como el mercado aragonés.

El técnico municipal Gonzalo Cuchi ha comentado que el número de grupos participantes se eleva a 462 y ha señalado que este año se ha visto que la Ofrenda por la tarde "es posible" dada la organización. Es importante que los oferentes se inscriban en un grupo para agilizar el paso.

Aunque finalmente se han entregado más de seis millones de flores y se ha desbordado la previsión, los organizadores temían que hubiera un pequeño bajón. El número de participantes ha estado condicionado por ser el 12 de octubre de este año un día entre semana y no haber puente, lo que puede haber retraído a oferentes foráneos.

CONCURSO

El consejero ha explicado que los ojeadores del concurso de indumentaria han preseleccionado a 145 concursantes y esta tarde-noche emitirán el veredicto para conceder tres premios de 500 euros cada uno.

Se premian el rigor histórico, la calidad del traje y el saber llevarlo. Los ojeadores "están agotados" y "han preseleccionado un número altísimo" de concursantes, ha dicho.

OFERENTES

Por la mañana un grupo de avionetas del Real Aeroclub de Zaragoza ha sobrevolado la Plaza del Pilar y ha arrojado flores sin tallos a una altura de 500 pies.

También ha participado un grupo de guardias civiles bajo un guión del Instituto armado bordado sobre raso con hilos y flecos de oro con el lema 'La Guardia Civil con su patrona' y el emblema del Cuerpo.

La asociación histórica Voluntarios de Aragón ha ofrecido flores a la Virgen ataviada como el Batallón de Infantería Ligera I Voluntarios de Aragón.

Otros grupos de oferentes son los del Ayuntamiento de Logroño, la comunidad mexicana en Aragón, la comunidad de Puerto Rico, de Chile, la asociación Aragón-Japón, la asociación de amistad Aragón-China, y representantes de Cuba, Rumanía, Ecuador, Nicaragua, Bolivia, Perú, Honduras y Paraguay. También de Guinea Ecuatorial.

A mediodía se ha oficiado una misa pontifical en la Basílica oficiada por el arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, y otros prelados.

HISTORIA DE LA OFRENDA

Los antecedentes de la Ofrenda hay que buscarlos en los años cuarenta del siglo XX, en los que el Camarín de la Virgen se adornaba los días de las fiestas. Claveles, rosas y nardos perfumaban la Santa Capilla. Pero es en 1958, ocupando la alcaldía Luis Gómez Laguna, cuando el concejal de fiestas Manuel Rodeles introdujo en el programa un acto popular y de participación, semejante a las ofrendas florales que se celebran en el Levante español.

El domingo 12 de octubre de 1958 se desarrolló la primera Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar. Durante las dos horas que duró aquella primera edición desfilaron unas 2.000 personas.

Para esta primera Ofrenda, en la que se situó una réplica de la Virgen en la fachada principal del templo, el Ayuntamiento adquirió en Tortosa varios miles de claveles.

En 1960 ya se considera "tradicional". En 1964 es motivo principal de las portadas de los extraordinarios de la prensa. Ese año la cifra de flores que aportó el Ayuntamiento fue 8.000 docenas de claveles; el año siguiente, más de 5.000 personas (la mayoría mujeres y niños) y más de 12.000 docenas de ramos dan idea de la fuerza de arraigo de esta actividad.

Sin duda el éxito de la Ofrenda de Flores contribuyó a que las del Pilar fueran declaradas en 1965 "Fiestas de Interés Turístico Nacional".

Con la llegada de los Ayuntamientos democráticos, la Ofrenda de Flores, que para entonces ya era el paradigma de la tradición de las Fiestas del Pilar, se reinterpretó como un acto de reafirmación de la identidad aragonesa, con el compromiso de participación por parte de una inmensa mayoría de zaragozanos, como muestra que en 1980 más de 50.000 ciudadanos participasen en ella.

En 1998, el cineasta Bigas Luna, gran conocedor de la fiesta y la ciudad, animó a cambiar la ubicación a otro ángulo de la Plaza del Pilar y el resultado fue más que satisfactorio. La Virgen se situó en el centro de la bandeja de la Plaza, con lo que la Ofrenda ganó es espectacularidad y en superficie de manto: la superficie que se teje de flores tiene 55 metros de profundidad, 18 de anchura y más de 15 metros de alto.

La Ofrenda ha seguido creciendo con un ritmo constante: en contraste con los 2.000 participantes del año 1958, al comenzar el siglo XXI cálculos serenos cifran una afluencia de 25.000 oferentes a la hora, durante las ocho que dura el ininterrumpido desfile, que depositan miles de ramos.

La imagen de la Virgen mide más de 3 metros incluyendo la altura de corona y manto, y unos 7 la estructura entera, muy sólida puesto que está preparada para soportar el cierzo que pueda darse en Zaragoza y elevada especialmente para que pueda verse desde toda la Plaza.