TAUSTE (ZARAGOZA), 3 (EUROPA PRESS)
Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en la necrópolis islámica de Tauste (Zaragoza) han sacado a la luz doce nuevas tumbas correspondientes a ocho adultos y cuatro niños, lo que demuestra la alta densidad de esta necrópolis.
En declaraciones a Europa Press, el arqueólogo y director de la excavación, Francisco Javier Gutiérrez, ha explicado que ésta es la tercera campaña que se desarrolla en la necrópolis islámica de Tauste, que data de los siglos VIII a XII.
Los trabajos en este espacio comenzaron a iniciativa de la Asociación Cultural El Patiaz que "recogió informaciones en el pueblo sobre la aparición de esqueletos que el conocimiento popular identificaba" como personas que fallecieron debido a "una posible epidemia de cólera en el siglo XIX, pero se observó que por sus características", con los cuerpos enterrados "del costado derecho y mirando a la Meca", se trataba de enterramientos islámicos y la primera cata realizada en 2010 confirmó esta hipótesis.
En esta tercera ocasión, se ha intervenido en el interior del patio de una vivienda particular donde "hemos encontrado ocho individuos adultos y cuatro niños". La excavación ha concluido pero ahora se analizan los esqueletos que se encuentran en la sede de la asociación, para determinar edad, sexo y posibles enfermedades que pudieran ser la causa de la muerte de esa persona.
Gutiérrez ha señalado que "los testimonios orales que hemos podido recoger en los últimos años hablan de varios solares en los que han aparecido huesos" en la localidad y, tras las excavaciones y estos testimonios, se ha comprobado que la densidad de los enterramientos es mayor de la que inicialmente se pensaba, de unos 20.000 metros cuadrados, por lo que se estima una capacidad de unos 4.500 enterramientos situados en dos niveles lo que también "ratifica la larga ocupación en el tiempo".
Sobre las características de las tumbas, el arqueólogo ha resaltado "la pureza del enterramiento" y que los cuerpos mantienen "la postura habitual en todas las necrópolis islámicas: están de costado derecho, con las piernas estiradas y los brazos recogidos en el pecho y la cara mirando al sureste hacia la Meca".
Asimismo, en la presente campaña se ha encontrado "un fragmento de cerámica de entre los siglos X y XII", algo "no habitual" porque el ritual de enterramiento "dice que no podían llevar ajuar", sino que tenían que llegar a la tumba "puros e iguales para el juicio divino", de modo que esta pieza es "de quienes iban a velar a sus muertos".
"EXCAVAR SOLARES MÁS GRANDES"
En el futuro, "sería interesante conseguir excavar solares más grandes" para hallar nuevas tumbas ya que en estas tres campañas se han encontrado veinte enterramientos, así como delimitar "concretamente" el espacio que ocupa la necrópolis, que comenzaría "en la salida de la puerta de la ciudad, hacia Zaragoza, o en la calle Alfonso I el Batallador, en el lado este, pero habría que delimitarlo en los otros puntos cardinales para conocer la extensión exacta".
El arqueólogo ha subrayado que la Asociación El Patiaz financia estos trabajos, con la colaboración del Ayuntamiento para la maquinaria de las excavaciones, "pero el impulso es de la sociedad civil, de los asociados".
En las labores de análisis que comienzan ahora colabora la antropóloga Miriam Pina, "que realizará un estudio básico de los restos para identificar sexo, edad aproximada, enfermedades" para conocer así "cómo era la población de entonces".
CUATRO ESQUELETOS COMPLETOS
La antropóloga Miriam Pina ha precisado que cuatro de los doce esqueletos que analiza están "completos" y su labor se centra "en ver los huesos, realizar un estudio biométrico para determinar su estatura", observar el cráneo, la pelvis, los dientes para conocer su sexo y edad "y tener información sobre las tumbas".
De los restos encontrados, "uno tiene una trepanación en el cráneo, un agujero que se curó en vida y está cicatrizado" y que le pudo causar "alguna enfermedad del cerebro. Es muy curioso", ha comentado.
Este análisis "requiere unos cuantos días de trabajo en las instalaciones" de la asociación, aproximadamente un mes, aunque no se podrán desarrollar estudios "más profundos" por la falta de financiación, "pero esperemos que algún día colabore con nosotros alguien que lo permita", ha afirmado Gutiérrez. Cuando concluya el estudio, los esqueletos se entregarán al Museo de Zaragoza.