HUESCA 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
CCOO Aragón muestra su rechazo a la instalación de una incineradora de basuras en Huesca promovida por el Consorcio Agrupación Número 1 y reclama que se respete la normativa aragonesa y el Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (GIRA) que prohíben la incineración en Aragón.
Asimismo, propone avanzar en la recogida selectiva de las basuras, en el reciclado de los materiales y en el compostaje de la materia orgánica como formas de conservar recursos, ahorrar energía y crear empleos.
Tras la presentación del Consorcio Agrupación Número 1 de Huesca ante el Inaga de un proyecto de valorización energética de residuos urbanos en el término municipal de Huesca, CCOO Aragón apunta que el texto de la memoria presentada "no aclara de qué proyecto se trata, aunque sí dice de forma bastante explicita que deberá encaminarse a la incineración de residuos".
Para el sindicado esto supone que "prescinde de antemano de las opciones prioritarias de la jerarquía de residuos, la reducción, la reutilización, el reciclado, el compostaje, la valorizaron material e incluso la metanización".
La central sindical recuerda que el Real Decreto 653/ 2003 sobre incineración de residuos considera "sin ninguna duda" como incineración las tecnologías que se mencionan en el proyecto: pirólisis, gasificación, termólisis u otras similares.
En este sentido, desde CCOO apuntan que el propio Plan GIRA contempla entre sus principios generales la aplicación de la jerarquía de gestión de los residuos y que no incluye la incineración como tratamiento de eliminación de los mismos.
El responsable de Medio Ambiente de CCOO Aragón, Luis Clarimón, subraya que las administraciones públicas que forman el Consorcio Agrupación número 1 de Huesca "tienen obligaciones que cumplir" en referencia a la Ley 10/1998 de 21 de Abril de Residuos que establece la obligatoriedad para disponer por parte de los municipios de un sistema de recogida selectiva de basuras.
Clarimón añade que "queremos dejar patente que tanto el consorcio como la empresa GRHUSA pueden hacer mucho mas para cumplir las obligaciones que la ley establece y para la gestión ecológica de los residuos, aumentando los niveles de recogida selectiva y de reciclado de los materiales, reduciendo al mínimo una verdadera "fracción resto" que haga innecesario cualquier caro y peligroso tratamiento de incineración". Para ello, recuerda, el Consorcio de Huesca dispone de una de las dos plantas de selección de envases que existen en Aragón.
"Actualmente en dicha planta se realiza un solo turno de trabajo; si se mejorase la recogida selectiva y se separase mediante triaje los envases (la mayoría) que actualmente acaban en el vertedero se podría rentabilizar mucho mejor la planta de clasificación de envases, abriendo un segundo turno, generando empleo y aprovechando de forma mas eficaz los recursos contenidos en los residuos", explica Clarimón.
CCOO Aragón ha solicitado al Inaga que rechace este proyecto como "no conforme" respecto a la Planificación y el ordenamiento jurídico de la comunidad Autónoma de Aragón en materia de residuos y que en ese marco "plantee al promotor el desistimiento".
"Según el principio de jerarquía, la valorización energética viene después de la prevención, la reutilización y el reciclaje y antes de la eliminación. O lo que es lo mismo, solo deben valorizarse energéticamente aquellos residuos que no se hayan podido evitar y que no sean ni reutilizables ni reciclables. En este caso, lo que se aprovecha no son los materiales que componen los residuos, sino la energía contenida en ellos", reza la normativa. Por ello, la central indica que "esta propuesta del Consorcio de Huesca no encaja en las políticas plasmadas en el GIRA".
INCINERACIÓN
CC.OO explica que durante el proceso de incineración se producen "multitud" de sustancias peligrosas, como son las dioxinas y furanos, metales pesados y otros, cuya presencia en el medio implican un "riesgo potencial muy elevado" para la salud humana y medioambiental.
Los científicos han identificado más de 200 sustancias tóxicas, o potencialmente tóxicas, procedentes únicamente de la incineración de residuos sólidos urbanos. Probablemente se emiten muchos otros compuestos químicos que todavía la ciencia desconoce, matiza el sindicado.
Las reacciones químicas que ocurren durante el proceso de incineración originan nuevas sustancias, muchas de ellas más tóxicas que las que se encontraban en los residuos originales. Este es el caso de las cancerígenas dioxinas, clasificadas como las sustancias químicas más peligrosas conocidas por la ciencia.