Científicos del grupo Murero descubren un nuevo artrópodo primitivo de hace 530 millones de años en la Sierra de Córdoba

Actualizado: lunes, 6 octubre 2008 21:26

ZARAGOZA 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

Científicos pertenecientes al grupo Murero han extraído de los estratos rocosos que conforman la Sierra de Córdoba un artrópodo primitivo que hasta ahora era desconocido para los científicos. El descubrimiento ha sido publicado en la revista americana Micropaleontology por investigadores de las Universidades de Valencia, Zaragoza y Greifswald en Alemania.

El grupo Murero investiga sobre la vida animal primitiva y sobre la Explosión del Cámbrico en diversos yacimientos españoles bajo la dirección de Eladio Liñán, catedrático del Área y Museo Paleontológico de la Universidad de Zaragoza.

El fósil que corresponde a un género nuevo, ha sido definido como 'Cordubiella' por encontrarse en un yacimiento ubicado en la propia ciudad de Córdoba, al pie de la Sierra Morena. Pertenece a un grupo fósil poco frecuente que vivió al comienzo del Paleozoico o Era Primaria y se denomina 'Bradoriida'. Como otros artrópodos actuales como son los ostrácodos, los ejemplares de este grupo presentan dos diminutas valvas (aunque de composición fosfática) que recubrían el cuerpo de estos animales marinos primitivos.

Dado que estos organismos son escasos en los yacimientos cámbricos, la investigación requirió sucesivos muestreos que se prolongaron durante diez años a fin de prospectar un número suficiente de ejemplares (21) que permitiera abordar con garantías el estudio paleobiológico definitivo.

El material recogido apunta a la posible existencia, hace 530 millones de años, de un dimorfismo sexual en 'Cordubiella pedrochensis' (como se ha bautizado científicamente a la especie) ya que entre la asociación fósil recogida se encuentran dos morfologías distintas que parece pudieran corresponderse a machos y hembras.

El profesor Eladio Liñán explicó a Europa Press que hasta el año 2005 "no había registros de esta especie en toda Europa". El primer ejemplar "salió en Francia en el año 2005, y fue una suerte porque así hemos podido comparar" los restos encontrados, de forma que se ha comprobado que los hallados en Francia "son unos diez millones de años más jóvenes" que los de Córdoba.

El catedrático advirtió que estos ejemplares "son raros, porque en Europa no se conocían". El primero de ellos en el mundo "se encontró en el año 1956", pero no fue hasta el año 2005 cuando restos de estos fósiles se descubrieron en el viejo continente.

Ahora, "hemos tenido suerte de encontrarlos aquí también" porque permitirá estudiar el grupo y su bimorfismo, una peculiaridad "especialmente interesante, porque parece que al principio de la explosión del Cámbrico el bimorfismo sexual aceleró la evolución y la diversificación" de las especies.

Encontrar estos restos ha sido "un trabajo costoso, porque hay que estudiar los restos, de unos centímetros, con microscopios, compararlos con otros procedentes del sur de China, del norte de América y de Siberia", pero merece la pena ya que "viendo la posición que ocupan los fósiles podemos ver también las relaciones que había entre los diferentes mares que rodeaban las antiguas placas continentales", distribución muy diferente a la actual, y "se pueden contrastar las hipótesis paleontológicas" sobre la formación de los continentes.

En las labores de investigación en el campo han intervenido seis personas, algunas menos en el trabajo en el laboratorio, y en el proceso de investigación, que ha sido "más intenso" en los últimos años, "hemos recabado la colaboración de una investigadora de la universidad alemana de Greifswald".

Además, a la hora de llevar a cabo la labor de comparación de estos fósiles con los encontrados en otros países, "o hemos pedido a los museos que tenían réplicas de los restos, o con fotografías y publicaciones hemos comparado y si se veían muy diferentes no se han pedido las réplicas".

PUNTO DE REFERENCIA A PROTEGER.

El yacimiento del Arroyo de Pedroche, de donde proceden los nuevos fósiles hallados, tiene un reconocido prestigio internacional y ha sido visitado durante diversos congresos internacionales por numerosos investigadores, siendo punto de referencia obligada para la correlación intercontinental de las rocas del Periodo Cámbrico de Europa con las regiones de la Antártida, Siberia y Norte de África, así como para desentrañar la posición de las placas continentales y mares cámbricos.

También ha sido utilizado por profesores y alumnos de diversas universidades españolas, como enclave didáctico de primera magnitud en las prácticas de geología regional para diferentes carreras.

Se trata, sin duda, del más importante yacimiento del Cámbrico de Andalucía por su excepcional riqueza en diversos grupos paleontológicos, su gran antigüedad y el alto número de especies presentes.

Su descubrimiento a principios del siglo XX se debió al geólogo e ingeniero de minas cordobés Antonio Carbonell. Este enclave natural se encuentra en la actualidad protegido por el Ayuntamiento de Córdoba desde los años noventa, pero las nuevas urbanizaciones que lo rodean, un vertedero próximo y la carretera nacional Córdoba-Badajoz que lo limita con nuevos desmontes, hacen que sea urgente reforzar su protección para evitar que cualquier solapamiento interadministrativo o error humano impredecible puedan afectarlo de manera irreparable.

CAPILLA SIXTINA DE TRILOBITES.

Los nuevos hallazgos en este yacimiento dan un impulso necesario a las investigaciones sobre el modelo y las causas de la explosión cámbrica de biodiversidad animal que se realizan en el yacimiento zaragozano de Murero, el otro yacimiento donde también se encuentra este tipo de fósiles excepcionales, y que es conocido internacionalmente como "la capilla sixtina de los trilobites" por la excepcional fosilización, enorme abundancia de especimenes y el alto número de especies encontradas de estos conocidos artrópodos primitivos extintos que poblaron los mares paleozoicos durante trescientos millones de años, antes de extinguirse.

El profesor Eladio Liñán indicó que las investigaciones que se desarrollan en Murero sirven para "establecer hipótesis sobre las causas de la explosión de la vida animal en la tierra, que sucedió en el Cámbrico", viendo cómo evolucionaban las especies en un yacimiento, como el de Murero, "conocido a nivel internacional", ya que es "uno de los registros del mundo más continuos que existen entre el cámbrico inferior y el cámbrico medio". Completando las investigaciones en esta zona, "puntualmente investigamos otros yacimientos de gran importancia, entre ellos el de Córdoba".

El proyecto Murero, en el que participan distintas universidades españolas y europeas, fue aprobado por el Ministerio de Educación y Ciencia en el año 2006 y tiene una duración de cinco años. El profesor Eladio Liñán espera que los datos que se obtengan de estas investigaciones "sirvan para poner en valor didáctico y científico el yacimiento de Murero", concluyó.