HUESCA 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Miguel Gracia, ha anunciado que destinará 2,1 millones de euros para garantizar el funcionamiento de los Grupos de Acción Local altoaragoneses, con cuyos responsables se ha reunido este jueves para analizar la estrategia Leader en este nuevo periodo.
Miguel Gracia ha descrito esta ayuda como la forma de dar continuidad al respaldo que la Diputación ha prestado desde su creación a los Grupos de Acción Local que, según el presidente, "han ejercido una acción positiva en la provincia al convertirse en herramienta básica de transformación del medio rural", en referencia a su eficacia a la hora de fijar población, apoyar a los emprendedores locales, generar nuevas economías y contribuir al desarrollo integral de los territorios rurales.
La DPH destinará cada año 300.000 euros para financiar los gastos de personal, funcionamiento y pequeño equipamiento, iniciándose en este mismo ejercicio y la misma cantidad hasta el año 2022.
En total, son 2,1 millones de euros los que irán a parar a los Grupos de Acción Local. Tal como ha manifestado Gracia, "lo que se busca es facilitar la gestión de los centros de desarrollo y garantizar también que puedan tener más de un punto de atención al público en cada uno de los territorios".
Al respecto, ha argumentado que "hemos visto como en muchos casos ha sido la única línea de ayuda para la creación de pequeñas y medianas empresas locales, generadoras de puestos de trabajo y protagonistas de la renovación y diversificación de las economías rurales", ha explicado Gracia, quien ha estado acompañado por la diputada de Iniciativas, María Rodrigo.
En la reunión han estado presentes los presidentes de los seis los grupos de desarrollo rural Leader que trabajan en la provincia: Modesto Pascau, como máximo responsable de Cedesor (Sobrarbe y Ribagorza), Luis Gutiérrez, de Adecuara (Jacetania y Alto Gállego), Pedro Bergua, por Adesho (Hoya de Huesca) y José Juan Foj, presidente del Ceder Zona Oriental (La Litera, Bajo Cinca, Cinca Medio), junto a los de Ceder Somontano y Monegros, Mariano Altemir y José Manuel Penella, respectivamente, y a los que después también se han unido los gerentes de los centros y la técnico de DPH, Gema Betorz.
GASTO CORRIENTE
Entre otros temas que han surgido desde los centros, se encuentra la solicitud de colaboración y asistencia técnica en materia de contratación, leyes de subvenciones o transparencia, al tener una normativa similar a la que rige en la administración pública.
En todos los casos son asociaciones sin ánimo de lucro, gestionadas conjuntamente por representantes públicos y el tejido social y económico de los territorios, puesto que estos últimos siempre tienen una representación mayor del 50 por ciento en los órganos de decisión, que asegura la implicación del territorio en el destino de los fondos.
Cada grupo es quien gestiona las medidas y programas de desarrollo rural y estos fondos de la DPH servirán para financiar el gasto corriente generado por los proyectos que desde los centros de desarrollo se están poniendo en marcha en el periodo 2014-2020.
Estas subvenciones las podrán destinar al personal propio del grupo, a gastos de asistencia técnica o servicios que tengan por objeto la realización de actividades necesarias para la gestión del proyecto actual u otros proyectos al que el grupo pretenda concurrir, como informes, evaluaciones, auditorías, seguimiento de proyectos, procesos de participación, comunicación y otros similares.
También se pueden incluir los costes de alquiler, limpieza, calefacción, agua, electricidad, comunicaciones, mantenimiento y otros similares, suministros de material fungible y gastos de renting y leassing en equipos necesarios para desarrollar la actividad del grupo.
Desde estos centros se ha generado una inversión público-privada de unos 300 millones de euros (al margen de la inversión propia de los fondos) y la creación de unos 1.300 empleos directos con proyectos que han reactivado la economía altoaragonesa y que han abarcado desde servicios y equipamientos socioculturales hasta acondicionamientos y rehabilitaciones patrimoniales, la puesta en valor de los recursos del medio rural o el fomento de las actividades turísticas, además de generar servicios básicos a la población del medio rural.
Fue en el año 90 cuando se inició la primera colaboración interinstitucional con el objetivo de acceder a la programación europea de desarrollo rural y en Huesca fue el Plan de Turismo Verde el que propició la implantación de la primera iniciativa comunitaria Leader I, que marcó entonces el comienzo de una nueva concepción de la política de desarrollo rural, generando una economía alternativa en el medio rural a través de una red de alojamientos turísticos con un alto nivel de calidad.