ZARAGOZA 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Escuela Museo de Origami de Zaragoza (EMOZ) recibe una media de mil visitantes semanales y desde que abrió sus puertas el pasado 18 de diciembre más de 4.000 personas se han acercado a esta instalación, ubicada en el Centro de Historias.
Para el director de la EMOZ, Jorge Pardo, se trata de una cifras "muy buenas", al indicar que es el museo que "más visitantes recibe de todo Zaragoza" a pesar de que no es gratuito ya que la entrada cuesta tres euros y la reducida, a la que pueden acogerse parados, estudiantes y mayores de 65 años, tiene un coste de 1,5 euros.
"La duda nuestra inicial era pasar de la entrada gratuita a la de pago", pero finalmente la respuesta ciudadana ha sido "excelente", ha estimado Jorge Pardo, en declaraciones a Europa Press.
Además, se organizan talleres de martes a viernes, de una hora de duración y destinados a grupos, que no superan las 15 personas, y por las mañanas acuden alumnos a partir de primero de Primaria, que realizan la visita guiada concertada con el colegio.
"AVALANCHA"
"La gente se apunta para el poco tiempo que lleva en funcionamiento esta escuela-museo", ha apreciado Pardo, para precisar que los talleres de los fines de semana "es una avalancha que se compensa con la menor afluencia de entre semana".
El precio de los talleres es de cuatro euros para los socios del museo y de seis euros para el resto de los asistentes. Se admiten inscripciones individuales y se organizan el sábado por la mañana y por la tarde y el domingo por la mañana.
"El pasado fin de semana se llenaron los dos cursos del sábado y el del domingo", que al igual que los talleres de entre semana dispone de 15 plazas por sesión.
La mayoría de los asistentes se inscribe en cursos de iniciación, pero se ha habilitado un taller de nivel intermedio el sábado por la tarde para los que ya están iniciados. A los talleres de los fines de semana "vienen sobre todo niños con los padres, que los inscriben y luego también se animan y se apuntan".
Las figuras que realizan en los talleres de iniciación comprenden desde las clásicas pajaritas, a cisnes sencillos, aviones, peonzas y flores. En el nivel intermedio, los ya iniciados realizaron el pasado fin de semana un ratón y este próximo fin de semana se ha previsto hacer una araña.
TEMÁTICAS
Este mes de enero está dedicado a los animales y en febrero se cambiará la temática, orientada a San Valentín y los asistentes aprenderán a plegar flores, una boca que da besos y corazones, entre otras piezas.
Para la próxima semana, con motivo de la celebración de San Valero, el 29 de enero, se dedicará al viento en referencia al dicho popular 'San Valero, ventolero' y se aprenderá a plegar molinillos, aviones y un cubo que se hincha.
"Ha venido gente con mucha habilidad que el curso de iniciación se le queda corto y otros que es la primera vez que pliegan. La mayoría son de iniciación", ha apostillado.
Asimismo, ha comentado que "la afición en Zaragoza se va consolidando, nos conocen y entre el alumnado tenemos desde el que plegó desde pequeño y retoma la afición a otros nuevos, que se inician", ha relatado Pardo.
Los niños quieren hacer dinosaurios, leones o cosas muy llamativas, pero primero realizan figuran sencillas y "cuando comprueban que les cuesta se dan cuenta de la dificultad del proceso y de que lleva un tiempo aprender".
TURISTAS
El director de la EMOZ ha manifestado que este primer mes han recibido visitantes de numerosos países. "Esta es la única escuela-museo en el mundo de Origami y quieren ver lo específico de la ciudad", ha explicado Pardo, para detallar que proceden de Francia, Alemania, Italia, Moscú (Rusia), Estados Unidos, Bélgica, Holanda, Japón, Corea, China, Senegal, Argentina y Chile.
Los turistas nacionales proceden, especialmente, de Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Tenerife, Santiago de Compostela, Gerona, Lérida y Huesca. Generalmente, acuden en grupo, "también gente sola y sobre todo padres con niños; las familias es el principal perfil del visitante del Museo de Origami", ha concluido.