Manuel Vilas presenta su nueva novela 'Los inmortales'

El Escritor Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962)
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 21 enero 2012 13:00

Su nueva novela ha salido a la venta esta semana, editada por Alfaguara

ZARAGOZA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

El escritor aragonés Manuel Vilas (Barbastro, Huesca, 1962) cree que "el amor es la única solución a todos los conflictos de la experiencia humana y todo lo que no pase por un sentimiento de plenitud y agradecimiento al hecho de estar vivo no funcionará nunca".

Esta es la filosofía de su nueva novela, 'Los inmortales', editada por Alfaguara y que ha salido a la venta esta semana. Por sus 214 páginas transitan personajes reales como Miguel de Cervantes, Dante Alighieri, Pablo Neruda, Pablo Piccaso, Vincent Van Gogh y Juan Pablo II, entre otros, seres a quienes el autor concede la inmortalidad, igual que a otros como Corman Martínez, el último comunista, y también aparece el propio autor.

Humor, ironía, historias llevadas "al límite", según ha reconocido Vilas a Europa Press, que sitúa inicialmente al lector en el año 22.011, cuando ya todos los seres humanos son inmortales y no saben quienes fueron Stalin ni Hitler, algo que "da, profundamente, lo mismo", dice la novela, para viajar por otros momentos de la Historia y también por el presente.

"La única certidumbre es el presente", opina Vilas, mientras que la Historia "es imposible" y si bien "los historiadores tiene sin duda la ciencia detrás" y "lo que dicen es verdad", pero quien conoció a Felipe II, si ahora leyera lo que dicen los historiadores de él, consideraría que entre una cosa y otra hay "un abismo".

"Lo que tenemos es la vida, esto es real y los personajes de mi novela saben que es lo que tienen" y que "eso no es relativo y quieren disfrutar de la vida", ha argumentado Manuel Vilas, para agregar que "el amor es el sentimiento humano más definitivo y lo mejor del ser humano; un sentimiento misterioso que está en la especie humana y puede llegar a resolverlo todo".

"Es la única esperanza", "estar enamorado del mismo hecho de estar vivo, que el hecho de estar vivo exalte a la persona, allí debe haber la solución a todo", ha observado Vilas. En su opinión, "sin amor no se va a ningún sitio, puede parecer cursi, sentimentaloide, retórico e, incluso, falso y tópico, pero es real, es el único sentimiento que nos convierte en una especie memorable y digna de seguir viva".

"Donde no hay amor, no hay nada, esa idea de la novela responde a mi pensamiento como ser humano", ha añadido el escritor. También ha reivindicado el humor, presente en toda la novela, y que "es la única cosa que puede ayudarnos a resolver los grandes misterios, no tenemos otra herramienta que el humor, el humor y el amor, con eso nos apañamos los seres humanos contra el fantasma de la muerte".

Además, el humor permite "distintos niveles de lectura" de la obra, que "se puede leer como un libro de entretenimiento, con historias divertidas y humorísticas", y también, "si se quiere, se puede descender un poco más abajo y encontrar representaciones críticas de la sociedad de nuestro tiempo", ha relatado el autor.

"EL LECTOR DEBE DECIDIR"

Manuel Vilas ha señalado que en su nueva novela intenta "explorar nuevas formas de ver el pasado y de entendernos como seres humanos", con un "tiempo elástico que va y viene", y jugando con la ambigüedad de forma que hay episodios y reflexiones que "no se sabe si son o no irónicas" porque "el lector debe decidir".

"Abro una puerta y el lector debe decidir como quiere leer", con un final también "abierto, de serie de televisión, como si fuera el cierre del capítulo de una serie".

Además, la novela "trabaja mucho sobre las paradojas del capitalismo", que, a su entender, "se dedica a entretenerte con 50.000 estímulos para que no pienses en tu condición mortal; estás todo el día haciendo cosas" y ese "deseo de actividad total lo que busca es que no pienses en tu condición de ser humano, que es una condición para la muerte".

La muerte es "una realidad aplastante", pero "yo soy un optimista, un vitalista y un humorista, creo en el ser humano y creo en la vida" y la novela se titula 'Los inmortales' porque "es una apuesta decidida porque la vida no termine nunca, es una novela escrita contra la muerte, contra la idea de que tengamos que desaparecer un día, es una cosa que yo no acepto como ser humano, la idea de la desaparición, de que de repente dejemos de ser".

La obra incluye, igualmente, guiños en forma de parodia de las novelas de caballería, aparece la ciencia ficción "porque al pensar en el futuro iluminas el presente y aclaras un poco lo que estás viviendo", y otras referencias a diferentes artes, la música, el cine, y también a la literatura y poesía.

UN ARTESANO

Manuel Vilas ha defendido que los escritores "tienen una conciencia más agudizada de su mortalidad", para subrayar también la labor de "artesanía" y el "esfuerzo" del escritor una faceta de su trabajo, que en el caso de este libro le han supuesto ponerse "al límite" de su propia psicología porque son historias "muy desbordadas".

Además, "son muchas horas" de trabajo --este libro lo ha estado escribiendo unos dos años-- y "también me canso de estar todo el día vigilando adjetivos, vigilando oraciones para que suenen bien, eso es cansancio y eso es artesanía, se habla poco, pero hay mucho de artesanía" en la literatura, "de presentar una página bien escrita".

En este sentido, ha comentado que "la única manera de acabar con un libro es dándoselo al editor para que lo publique" y ha explicado que si el libro no estuviera publicado ya habría añadido nuevas cosas, como, por ejemplo, "en el capítulo en que Saavedra (Miguel de Cervantes) cuenta que estuvo enamorado de Eva Braun y le habría mandado un 'sms' para decirle que no se encerrara con Hitler en el búnker en el que murieron", en la Segunda Guerra Mundial.

"El otro día se me ocurrió el mensaje que Saavedra le habría enviado y que diría algo así como: 'Deja a ese imbécil, bastante has hecho por él, no seas tonta, aún eres joven, sal del búnker ahora mismo; I love you", ha comentado. "Es muy pop, es una ficción extrema", ha reconocido.