BLESA (TERUEL), 16 (EUROPA PRESS)
El Museo del Molino Bajo, ubicado en la localidad turolense de Blesa, en la Comarca de las Cuencas Mineras acogerá en sus instalaciones un centro de interpretación sobre apicultura, molinería y obras hidráulicas.
Así lo explicó a Europa Press el vocal de la Asociación Cultural El Hocino de Blesa, Javier Lozano, quien apuntó que la asociación ha presentado "un proyecto inmediato que pasa por organizar un centro de interpretación de la molinería y la apicultura y las obras hidráulicas realizadas en torno al río Aguasvivas". "Por ahora se trata de un proyecto", precisó.
De este modo, el museo se dividiría en tres zonas. En la planta inferior se ubicaría el centro de interpretación dedicado a la molinería; mientras que el primer piso albergaría una sala destinada al oficio de la apicultura y la sala mayor de esta primera planta se destinará a explicar la ruta del río Aguasvivas y las obras hidráulicas construidas en torno a él.
La idea es que "a través de audiovisuales, sonidos, y paneles informativos los visitantes conozcan los oficios tradicionales de la zona y cómo nuestros antepasados fueron capaces de construir importantes obras hidráulicas para aprovechar la poca agua que tenía el río", señaló Lozano.
El Museo del Molino de Blesa fue inaugurado la pasada semana, tras las obras de restauración que financió el Gobierno de Aragón con 270.000 euros. La actuación se engloba dentro de las actuaciones puestas en marcha por el Ejecutivo autónomo en el territorio vinculadas a la Exposición Internacional de Zaragoza.
En concreto este proyecto forma parte de las iniciativas recogidas en un convenio firmado en diciembre de 2006 entre el Gobierno de Aragón y la Diputación de Teruel para fomentar nuevos recursos turísticos a partir de infraestructuras históricas relacionadas con el agua.
La rehabilitación del Molino Bajo ha supuesto, "además de la recuperación de un edificio histórico, muy querido por los habitantes de Blesa su acondicionamiento como Museo", indicó Lozano.
El Molino Bajo de Blesa, que data de los inicios del siglo XIX, se empleó en su día para moler el trigo y contaba con una casa anexa con estancias de todo tipo, bodegas, corrales y cochiqueras para los animales.