OVIEDO, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los encargados del proyecto de manejo reproductivo de osos pardos en cautividad, liderado por la Fundación Oso de Asturias (FOA), han apreciado este año "novedades" en el recibimiento que han realizado los ejemplares hembra de oso pardo Paca y Tola en el cercado de Santo Adriano (Asturias) al ejemplar macho de oso pardo Furaco.
Las citadas novedades en relación al intento del año pasado, que finalizó sin éxito, se refieren a la actividad que han desplegado tanto Paca como Tola al recibir a Furaco, según confirmó a Europa Press el director de la FOA, Carlos Zapico.
A diferencia del año pasado, cuando convivieron también en el mismo cercado las osas mostraban "pavor" hacia el macho, en esta ocasión Paca y Tola le plantaron cara a Furaco, lo "acorralaron" en el cercado, de forma colectiva, hasta que el macho tuvo que refugiarse en un pequeño estanque, sumergiéndose en el agua. A partir de este momento, los ejemplares tendrán que acostumbrarse a convivir.
Desde el punto de vista del protocolo del comportamiento, según los expertos, la reacción que han tenido las osas hoy es más normal que la que tuvieron el año pasado, cuando no querían ni acercarse a Furaco. A partir de ahora, se trata de esperar a que las osas entren en celo. "Es más lógico que al principio se muestren agresivas frente al macho", explicó Zapico.
La comunicación entre unos animales y otros se abrió esta mañana a las 10.30 horas, en medio de una nube de cámaras que esperaban el momento del reencuentro.
Paca y Tola, como se conoce popularmente a las osas, forman parte, desde un punto de vista genético, de una de las tres únicas líneas evolutivas diferentes de oso pardo que existen en Europa. Quedaron huérfanas en 1989, hace 18 años, cuando un furtivo mató a su madre y con tan solo 5 meses de edad fueron entregadas al Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas), comenzando desde ese momento un azaroso viaje que las llevó a vivir en distintas instalaciones en Cataluña y en El Hosquillo (Cuenca), terminando su periplo en 1996, en el cercado que actualmente las acoge en Santo Adriano (Asturias).
Son animales que han vivido en cautividad desde edad muy temprana sin un referente de su especie, con la consiguiente falta de aprendizaje de las más elementales normas de comportamiento y convivencia con sus congéneres.
Para el Proyecto de Manejo Reproductivo de Osos Pardos en Cautividad, el año pasado ya se trasladó a Santo Adriano al oso pardo Furaco, procedente del Parque de Cabárceno, en Cantabria, en un acto que levantó mucha expectación, tras la selección del animal, y que reunió en el terreno a los presidentes de Asturias y Cantabria, Vicente Álvarez Areces, y Miguel Ángel Revilla respectivamente. En el proyecto colaboran técnicos de la Universidad de León y el Parque de Cabárceno. Revilla dijo en aquel momento que Furaco no fallaría y Areces, que tanto el oso como sus compañeras estarían muy bien alimentados.