La sentencia recoge que el acusado tenía conocimiento de la maldad de su acción pero se escudaba en su trastorno biopolar para justificar su consumo
OVIEDO, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
La sección octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón, ha condenado a cuatro años de cárcel a un hombre acusado de distribuir pornografía infantil a través de internet, según recoge la sentencia a la que tuvo acceso Europa Press.
El tribunal considera al acusado, funcionario de un juzgado de lo penal, culpable de un delito de corrupción de menores, aunque estima la atenuante de de enajenación al tener "ligeramente disminuídas" sus capacidades cognoscitivas y volitivas como consecuencia de un trastorno bipolar, según recoge la sentencia a la que tuvo acceso Europa Press. La sentencia lleva aparejada la pérdida de la condición de funcionario de carrera al servicio de la Administración de Justicia. La fiscalía pedía para el acusado una pena de seis años de cárcel.
La detención del acusado fue realizada en una operación conducida por Bélgica contra la pornografía infantil denominada 'Gatekeeper'. En la sentencia se considera probado que el acusado intercambiaba vídeos y fotografías de menores con contenido sexual a través de diversas páginas de Internet y en la operación le fueron intervenidos un total de 656 soportes ópticos descargados de la red.
Según recoge el fallo judicial el acusado pertenecía a los grupos dedicados a la pornografía infantil que tenían como denominación 'babesgays', 'buenosmmomentos2', 'erescomoyo' y 'shirekboy'. Durante el registro efectuado al domicilio del acusado, el 8 de febrero de 2007, se intervino un ordenador personal material informático de contenido pornográfico en el que aparecían menores de 13 años, algunos de muy corta edad, en escena de contenido "degradante y humillante".
Además, el citado material se encontraba en ejecución en el programa Emule, el cual sirve para compartir entre miembros de la misma red una parte del disco duro a elección del usuario y, a su vez, dentro de la carpeta 'Incoming' --cuyo contenido queda a disposición de otros usuarios--, por lo que queda constancia de que el material pornográfico fue distribuido a otras personas a través de Internet.
En este sentido, en la carpeta 'Emule 2' existían 60 vídeos pornográficos, en la de 'Incoming' había varios de contenido pornográfico infantil, y la carpeta 'Mis documentos', contenía otra subcarpeta con 64 fotografías con imágenes de abuso sexual a menores.
El ordenador también tenía varios archivos comprimidos protegidos con contraseña, del mismo contenido, así como un vídeo en la carpeta 'shares' y numerosos archivos del mismo contenido borrados del disco duro. El acusado, supuestamente, tenía en su poder 656 soportes ópticos descargados de Internet con contenido similar en diferentes carpetas.
Según recoge la sentencia el acusado "no desconocía lo que hacía ni ignoraba la antijuridicidad de su conducta" porque "no se puede olvidar que trabajaba en un juzgado de lo penal". Además, el acusado declaró "haberse aficionado a la pornografía infantil después de consumir pornografía de adultos y enterarse por televisión de la existencia de pornografía infantil".
No obstante, según la resolución judicial, después de su consumo se "arrepentía" y "se metía en la cama teniendo conocimiento de la maldad de su acción pero escudándose en su trastorno biopolar para justificar su consumo y negando el intercambio de información sobre pornografía infantil". Por ello, el tribunal entiende que el acusado "no actuó bajo error como postuló su defensa".