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"No hubo ningún fallo de seguridad", se defienden los acusados
GIJÓN, 13 (EUROPA PRESS)
El Ministerio Fiscal ha mantenido este viernes su petición de dos años de prisión para cada uno de los cuatro acusados por un accidente laboral sufrido por un trabajador al que aplastó una bobina de 1,5 toneladas, en Gijón, aunque subsidiariamente planteó que, para el caso de que el Juzgado considere que no existió dolo, se les imponga una pena de cuatro meses de cárcel.
En este último caso, se entendería que los hechos se debieron a una imprudencia. Así lo ha hecho durante la vista oral celebrada este viernes en el Juzgado de lo Penal número 2 de Gijón.
La petición inicial de la Fiscalía es dos años de prisión por un delito contra la vida y salud de los trabajadores en concurso de normas con de un delito de lesiones imprudentes del artículo para el representante legal y director de la empresa, el jefe de taller, el jefe de producción, y el jefe de equipo de la compañía, mientras que el trabajador accidentado renunció a toda reclamación por estos hechos.
Uno de los abogados de la defensa, Miguel Noriega, ha señalado, en declaraciones a los medios de comunicación, que se ha podido comprobar el trato a los trabajadores de esta empresa y que esta, desde el primer día, se hizo cargo de todos los gastos del empleado accidentado. De ahí que, según él, no haya acusación particular. Ha insistido, además, en que la empresa está muy implicada con el tema de la seguridad de sus trabajadores.
SIN FALLOS DE SEGURIDAD
"No hubo ningún fallo de seguridad", han asegurado uno de los acusados. Asimismo, ha manifestado, en declaraciones a los medios de comunicación, que confía en que el caso quede "en nada".
"No hay nada susceptible de que se haya hecho mal", ha apuntado, para destacar después que se trata de una empresa "seria" e implicada en la Prevención de Riesgos Laborales. A esto ha sumado que el trabajador está ya en activo.
De acuerdo al relato fiscal, los hechos tuvieron lugar el 19 de enero de 2016, sobre las 17.15, cuando el accidentado, un hombre de 42 años con la categoría profesional de peón especialista, perteneciente a la empresa de trabajo temporal, se encontraba trabajando en la empresa de metal en Gijón, llevando una carretilla elevadora, teniendo que suministrar material a las distintas máquinas.
Ese día tenía que llevar una bobina de chapa a la máquina denominada Natahoyo, para lo que se desplazó con la carretilla elevadora a la zona de almacenamiento, la situó frente a la carrilera de bobinas y, después de bajarse de la máquina, cortó con una tijera de acero los flejes.
En ese momento, una bobina de 1.472 kilogramos de peso, cayó sobre él, atrapándolo y golpeándolo. En la caída, la bobina quedó parcialmente apoyada en las uñas de la carretilla elevadora, por lo que el jefe de taller elevó la bobina para liberarlo. El trabajador sufrió lesiones y le quedaron secuelas. Este fue asistido en el Hospital de Cabueñes, en Gijón.