Mónica López participa en la primera sesión del monográfico sobre este tema en la sede de Santander de Cursos de la UC
SANTANDER, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La científica del Instituto de Investigación de Valdecilla (IDIVAL) Mónica López Fanarraga ha afirmado este martes que "el problema" existente en el área de la nanoprevención es que hay "muchos intereses industriales encontrados con intereses sanitarios", por lo que, aunque se conozca que puede existir riesgo en algunos modos de aplicación de nanomateriales, "la legislación va por detrás del nivel de experimentación" y de su "incorporación en los productos del día a día".
Como ejemplo de lo anterior, la miembro del equipo de Nanomedicina del IDIVAL señaló el caso de las cremas solares, cuya composición "ha pasado del micromaterial al nanomaterial" con el objetivo de paliar el efecto antiestético producido por las manchas blancas en la piel. En este sentido, López Fanarraga afirmó que "hay bastantes artículos que dicen que se produce un efecto acumulativo del óxido de zinc y que se libera zinc a la sangre", aunque la clave es determinar "en qué condiciones pasa algo de ser inocuo a ser tóxico", lo que en el caso de los nanomateriales "no está claro".
La investigadora ofreció una ponencia este martes en la jornada inaugural del Curso de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) sobre 'Nanoprevención', donde insistió en que a la hora de predecir la toxicidad de un nanomaterial "es todo una incertidumbre".
En declaraciones a los medios, López Fanarraga resaltó la complicación a la hora de determinar la toxicidad de un nanomaterial, ya que sería necesario realizar un estudio 'ad hoc' para cada supuesto específico, teniendo en cuenta variables como su forma, la vía de entrada en el organismo o el estado del individuo afectado.
Esta dificultad obedece a que en el laboratorio se puede "establecer una relación de toxicidad a diferentes niveles in vitro" pero "saber cómo eso se va a reflejar en un individuo vivo es complicado". Según explicó la experta, no es lo mismo ver la reacción de las células en placas de cultivo que "poner a un ser vivo en un contexto en el cual no sabes por dónde llegan los nanomateriales", es decir, "si lo está respirando, bebiendo o comiendo de forma acumulativa en la verdura o en la carne".
La científica explicó que el equipo de Nanomedicina del IDIVAL se encuentra actualmente estudiando la aplicación contra el cáncer de determinados nanomateriales que matan a las células o que producen defectos en la mitosis. De este modo, tal y como señaló López Fanarraga, se aprovechan las propiedades que tienen estos materiales "de meterse en la célula e interferir en los efectos biológicos" para "diseñar un producto biotecnológico con un valor añadido".
Por su parte, el físico Rafael Valiente, también miembro del equipo de Nanomedicina del IDIVAL y director del curso junto al técnico en Prevención y supervisor de Instalaciones Radioactivas de la UC Ciro Luis Salcines, habló del desfase existente entre el amplio uso de nanomateriales y los escasos estudios sobre sus efectos.
"En los últimos treinta años hay del orden del 180.000 trabajos de investigación en aplicación de nanomateriales y solo 2.000 que se encargan de estudiar sus efectos en la salud", señaló Valiente para ilustrar el "desconocimiento" que existe sobre este tema.
En cuanto a las medidas en prevención de riesgos, el físico aseveró que "algunas empresas son conscientes de que están utilizando nanomateriales y que pueden tener perjuicios, pero no tienen alternativas", mientras que otras ni siquiera "son conscientes de ello".
Se trata, a su juicio, de un tipo de riesgo más desconocido que los tradicionales, ya que existen casos de empresas de soldadura cuyos trabajadores "se ponen una careta para que la luz ulltravioleta que genera el arco no les perjudique la vista, y sin embargo están inhalando todas las nanopartículas que salen del proceso".
El supervisor de Instalaciones Radioactivas de la UC Ciro Luis Salcines declaró que las medidas que habrían de tomarse en materia de nanoprevención "no difieren de las que a día de hoy en términos generales se aplican en otros escenarios de exposición laboral". En palabras del codirector del monográfico, "el mayor problema es la medición de los nanomateriales cuando se dispersan en el ambiente" porque "hay que elaborar unas estrategias especificas", pero en lo referentes al resto de actuaciones son "las mismas que ya se están aplicando".
A la inauguración del monográfico también han asistido el director de los Cursos de Verano UC, Manuel Estrada; el coordinador de la sede de Santander, José María Zamanillo, y el responsable de Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST), Amalio Sánchez Grande, quien aseguró que la coordinación de las empresas con "la vigilancia de la salud es esencial" ya que "estamos ante algo cuyos efectos no controlamos" y ante lo que "hay que ser muy cautos".