Le advierten que seguirán saliendo a la calle para "reconducirlo"
SANTANDER, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Varias decenas de miles de personas (40.000 según los sindicatos, 25.000 según la policía) han avisado este jueves en Santander de que seguirán saliendo a la calle para "reconducir" el "pulso" que está echando el Gobierno con sus recortes, en la que es ya una de las manifestaciones más multitudinarias que tantos sindicatos como policías recuerdan en los últimos años por temas laborales, incluso superior a la de la huelga general.
Si la marcha partía pasadas las ocho de la tarde, a las nueve, cuando la cabecera estaba en el final, los Jardines de Pereda, todavía quedaban numerosas personas que no habían podido arrancar desde el principio, en la calle Burgos.
Los manifestantes han marchado bajo el lema 'Quieren arruinar el país. Hay que impedirlo. Somos más', convocados conjuntamente por los cuatro principales sindicatos (UGT, CC.OO, USO y CSIF) y por colectivos sociales.
Entre los participantes había personas con las camisetas verdes en favor de la Educación publica o pegatinas proclamándose "orgullosos" de ser sindicalistas o funcionarios, o lemas que hacían alusión a la "lucha minera" o el "que se jodan" de Andrea Fabra, a quien varias cantos pedían que fuera "la próxima parada".
Estos lemas se combinaban con "que sea un diputado el próximo parado" y las alusiones a la convocatoria de una huelga general, en una manifestación a la que han asistido ciudadanos, sindicalistas, miembros de la plataforma Cantabria por lo Público y sin Recortes o representantes de colectivos sociales 'indignados', como Democracia Real Ya o el 15M Santander.
También han asistido los principales representantes del PSOE cántabro, encabezados por su secretaria general, Eva Díaz Tezanos; la exvicepresidenta Dolores Gorostiaga; el secretario de Organización, Javier Incera; el secretario general de Santander, Juan Guimerans; la portavoz municipal, Eugenia Gómez de Diego, o los diputados Ana Isabel Méndez y Francisco Fernández Mañanes.
Asimismo, ha asistido el expresidente y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla --bastante apartado de la primera fila, junto al diputado regionalista José María Mazón y el portavoz en Santander, José María Fuentes-Pila--, quien ha enviado varios 'tweets' y fotos, describiendo las calles "colapsadas" con la "riada" de gente, aseverando que "nunca" había visto una manifestación tan grande en Santander.
GOBIERNO "DESLEGITIMADO"
Desde UGT, Maria Jesús Cedrún ha advertido al Gobierno de que están "deslegitimados" por incumplir su programa electoral y de investidura, y les ha pedido que "no se pongan nerviosos" porque la gente se manifieste, reivindicado que es la forma que tienen los ciudadanos de "defender" sus derechos cuando están en desacuerdo con los políticos.
Cedrún cree que el Ejecutivo actúa por "venganza" contra colectivos débiles, como los parados, y ha advertido de que el "pulso" de la calle representa a la mayoría, lo que "deslegitima" al Gobierno.
Por parte de CC.OO., Vicente Arce ha admitido que habrá que salir a la calle mucho para "reconducir" el "pulso" que está echando el Ejecutivo, y ha avanzado que este mes habrá una cumbre sindical y social para establecer un calendario de movilizaciones, que incluyen una gran protesta en septiembre y la petición de que las medidas se aprueben en un referéndum ciudadano.
Arce ha defendido que "claro que hay alternativas" a las medidas aprobadas, basadas en el diálogo social que el Gobierno "desoye", y ha lamentado que se "criminalice" a colectivos como los parados o los funcionarios públicos
Mercedes Martínez, de USO, ha criticado a un Gobierno "ciego" y "sordo" a los ciudadanos, adelantando que los ciudadanos y sindicalistas "volverán a la calle" cuantas veces sea necesario --en esta nueva etapa en la que USO y CSIF han unido fuerzas con UGT y CC.OO-- y reclamando propuestas que creen empleo, en lugar de recortes.
Finalmente, José Miguel Zorrilla de CSIF, ha recriminado al Ejecutivo que se quiera "quitar toda oposición de encima" por sus mensajes contra sindicalistas o funcionarios y ha cargado contra unas medidas que "machacan" a parados o dependientes, frenando el consumo y, por tanto, la producción.