LAREDO 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Laredo quiere evitar el derribo de la Escuela de Vela del Real Club Náutico de Laredo para reconvertirla en un Centro de Interpretación de la Naturaleza con una finalidad pública, docente y de investigación.
Con este objetivo ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA) la cesión del edificio, sobre el que pesa una sentencia de derribo, bajo el compromiso de encargarse de su gestión y mantenimiento en los términos señalados y de habilitar un acceso público al lugar que sea respetuoso con el entorno.
Así lo ha transmitido el propio alcalde pejino, Ángel Vega, al director general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Pablo Saavedra, en el encuentro que ambos mantuvieron recientemente en Madrid, y al que también asistió el primer teniente de alcalde y concejal del Mundo de la Mar, Ramón Arenas.
El Ayuntamiento ha ultimado un proyecto apoyado en los argumentos jurídicos, así como en el interés público, que avala esta reconversión al uso de todos los ciudadanos de una instalación que hasta ahora es privada y cuya continuidad se considera imprescindible desde el Ayuntamiento dada su "singularidad y su inmejorable ubicación".
Tan avanzado está el plan para salvar de la demolición este emblemático lugar que ya se ha diseñado el nuevo uso de las instalaciones. Con este objetivo se ha recabado la colaboración de la Asociación Bosques de Cantabria, que sería la encargada de diseñar una estrategia de organización, gestión y dinamización del recinto con su nueva actividad.
De manera paralela se ha redactado por los servicios urbanísticos municipales un estudio sobre el trazado de un acceso alternativo al actual que permita llegar hasta la Escuela de Vela sin tener que irrumpir en las instalaciones del Real Club Náutico de Laredo.
El propio Vega ha reconocido que "nos encontramos en una auténtica contrarreloj para evitar un derribo que sería muy desafortunado, ya que a nadie que conozca el sitio se le escapa que sería mayor el perjuicio ambiental a causar que el bien que se quiere obtener con su eliminación".
Consciente de que el margen de maniobra es muy limitado, el alcalde pejino ha señalado que "vamos a agotar todas las opciones para conseguir que esta edificación siga en pie y se convierta en un referente de la sensibilidad ambiental para laredanos y visitantes".
En esta misma línea, el primer teniente de alcalde, Ramón Arenas, considera "un auténtico error tirar un edificio sostenido en unos pilotes que respetan el maravilloso entorno natural".
Sobre el edificio, construido en 1970 y ubicado en el Puntal, pesa una sentencia de demolición dictada por el Tribunal Supremo al haber finalizado la concesión que en su día se otorgó al Real Club Náutico de Laredo.
Entre los motivos para la esperanza que alberga el Consistorio laredano se destaca que en la propia sentencia que desestima la solicitud de ampliación de la concesión se alude a la resolución ministerial denegatoria, que señala que "no se trata de instalaciones de servicio público o al público, ya que su acceso está restringido a los socios del Club, sin que el proyecto elaborado contenga ninguna propuesta de apertura al público de dichas instalaciones".