MADRID 19 May. (EUROPA PRESS) -
La ejecución de las obras de carreteras y ferrocarriles que ejecuta el Ministerio de Fomento sufrirá un retraso medio de al menos un año en su ejecución, como consecuencia del recorte de 6.400 millones de euros que sufrirá su presupuesto inversor en dos años (2010 y 2011), anunció hoy el titular del departamento, José Blanco.
El ministro indicó que este ajuste de inversión tendrá "consecuencias en todo el territorio nacional", dado que obligará a reprogramar todos los planes de construcción de infraestructuras previstos para los cuatro próximos años.
Fomento será así el Ministerio que sufrirá "el mayor impacto" por la reducción de inversión incluida en las medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno para reducir el déficit público.
De la demora en la ejecución de obras de Fomento se escaparán no obstante las que se aborden en colaboración con el capital privado, según puntualizó Blanco en su comparecencia ante la Comisión de Fomento del Congreso.
Pese a ello, el ministro aseguró que ya "nada volverá a ser como antes" en cuanto a construcción de infraestructuras, dado que la reducción de inversión de estos dos años "tendrá consecuencias en ejercicios posteriores a 2011".
"Ello obligará a posponer licitaciones, demorar plazos de obra, suspender actuaciones y anular contratos. Ajustes de gran alcance con consecuencias en el conjunto de todo el territorio nacional", reconoció el ministro.
"ESTO YA NO ES SOSTENIBLE"
"Es el momento de la racionalidad y la austeridad y nadie debe sentirse excluido de este esfuerzo de responsabilidad con los intereses generales", añadió.
En este punto, Blanco recordó el gran esfuerzo inversor realizado en infraestructuras en los últimos años. En su opinión, "se estaba exigiendo a España un nivel de dotación de infraestructuras mucho mayor que el de cualquiera de los países más ricos del mundo occidental". "Y esto ya no es sostenible", aseguró.
Así, avanzó que a partir de ahora imprimirá un nuevo enfoque a la política de infraestructuras. Esta nueva estrategia supondrá que, antes de construir, "se saque el máximo provecho a las dotaciones existentes" y que, al construir, se prioricen "aquellas infraestructuras que sean estrictamente necesarias por su aportación a la competitividad de la economía y a la cohesión social".
"Ya nada volverá a ser como antes", aseguró Blanco que, no obstante, apostó por no caer en el "victimismo" y aprovechar la coyuntura para introducir medidas, cambios, reformas estructurales, y por apostar por la colaboración del capital privado para reducir el gasto y mejorar la eficiencia en la construcción de obras públicas", en definitiva "hacer más con menos".