SANTANDER 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), Jorge Marquínez, ha advertido que los soplaos de Camargo seguirán produciéndose aunque no se realicen extracciones porque este fenómeno natural se asocia a condiciones del suelo "muy difíciles de cambiar". Por ello ha abogado por "saber convivir" con ese fenómeno a través de un desarrollo urbano que lo tenga en cuenta.
Marquínez ha respondido así a una pregunta que le ha formulado un asistente a las VII Jornadas de Naturaleza y Medio Ambiente, organizadas por la Guardia Civil, entre otras instituciones, que se celebran en el Paraninfo de la Magdalena, y donde ha abordado la disponibilidad y uso del agua en España.
El responsable de la CHC, que ha insistido en que "desde hace año y medio o dos años" no se realiza "ninguna extracción" en el acuífero de Camargo porque está "prohibido completamente", ha explicado que en esta zona, "desde hace muchos años", las variaciones de nivel freático "pueden suponer un problema para las infraestructuras" con lo que las autorizaciones tienen que ser "muy estrictas".
Además, ha indicado que las consecuencias de las extracciones y las variaciones naturales del nivel freático "siguen produciendo soplaos y seguirán produciendo soplaos porque ese fenómeno se asocia a condiciones de suelo muy difíciles de cambiar".
Al respecto, ha especificado que la de Camargo es una superficie kárstica e irregular, con mucha capacidad de filtración, recubierta con arenas y limos, con lo que el agua que se infiltra genera vacíos en la cubierta de arena.
Y es que el fenómeno asociado al cambio en el nivel freático también se produce de modo natural. "Cuando llueve un poco, el agua del acuífero baja, pero cuando viene el periodo de lluvias, el agua vuelve a subir. Las extracciones generan eso mismo pero también se produce de forma natural", ha explicado.
Marquínez ha defendido que toda autorización en ese ámbito tiene que tener en cuenta la naturaleza del acuífero "para minimizar los riesgos", aunque ha insistido en que "no se puede cambiar la naturaleza del acuífero; es imposible".