SANTANDER 17 Ago. (EUROPA PRESS) -
La legendaria técnica del origami, nacida en Japón hace más de 600 años y consistente en "conjugar la práctica de doblar papel con el conocimiento de las buenas maneras y el protocolo" ha llegado gracias a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) a Europa, continente donde por primera vez se enseñará este arte.
De la mano de la experta y directora del 'Taller de Origami. Papeles del alma: usos sociales y rituales del papel en Japón', Ana Romero, conocida como 'Origlam', y del maestro Kazuki Yamane, se muestra en Santander "una forma de enseñar el origami que no se conoce en Europa" y que contribuye a "legitimar una tradición que si no se registra se va a perder para siempre".
Romero ha recordado en rueda de prensa que el origami "sólo se conocía entre las clases privilegiadas de Japón" a través de un código secreto de protocolo y de buenas maneras que se transmitía de generación en generación a través de libros "que se mantuvieron en secreto" dentro de los grupos que conformaban la aristocracia, los generales, los sintoístas y el emperador.
Con el fin de evitar su desaparición, el maestro Yamane destacó la investigación desarrollada por su padre durante 40 años "para recuperar los pliegues históricos de Japón". Para ello consultó las fuentes originales y recopiló "importante información" que hoy él continúa ampliando "como maestro vivo" y "única persona" que tiene acceso a estos materiales.
El reputado maestro se definió como "especialista para transmitir la tradición pura", pero admitió que actualmente se encuentra en el reto de perpetuar las costumbres populares en una sociedad moderna. En este sentido explicó que hasta 1945 el origami era popular en Japón, pero que ahora la gente acude a los grandes almacenes a comprar los trabajos ya hechos, lamentando que "sólo un uno por ciento de la población lo conoce".
En su opinión, el origami "muestra el valor que tienen los regalos", porque "cuando hacemos origami envolvemos nuestro corazón". Yamane resaltó que doblar papel "no es más que una técnica", por lo que subrayó la importancia en los trabajos de "las buenas maneras y los sentimientos".
Romero destacó además el origami como "actividad terapéutica que genera meditación y que es buena para la mente", asegurando que es "una especie de yoga mental". También se refirió a su contribución al medio ambiente, porque "todos los papeles que usamos nacen de la naturaleza", sin que se hayan usado productos químicos.