Apela a la misericordia ante "las mentiras y fraudes que están arruinando la vida pública y la salud de una sociedad sana"
TOLEDO, 31 May. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha ensalzado la "importancia de Dios y su presencia real y verdadera", a pesar de los que crean que es algo "irrelevante" o suena "a espiritualismo trasnochado".
Durante la homilía de la misa con motivo de la festividad del Corpus Christi en Toledo, el primado toledano ha afirmado contundente "que Dios está aquí", convencido de que los católicos "lo oyen" y tal vez hay otras personas que "no lo entienden del todo o a quiénes les parece ridículo".
"Se trata de la presencia real y verdadera de Jesucristo en la Eucaristía", ha incidido, aunque ha dicho entender "el sentimiento de lejanía que se da en tanta gente respecto a la presencia de Cristo".
Esta realidad le preocupa al arzobispo de Toledo, que ha asegurado que los que sienten "la presencia de Jesús resucitado" tienen que "librar ante la cercanía de Dios", porque es "mucha la gente que suspira por esa cercanía".
LA CULTURA MODERNA
Rodríguez se ha referido a las "grandes corrientes de nuestra cultura moderna" que "afirman insistentemente que no ven signos de presencia de Dios entre nosotros", y que no lo perciben como "un poder divino que actúe y cambie las cosas de este mundo".
Estas corrientes, a juicio del arzobispo toledano, sostienen que "todo es obra de un poder humano cada vez más articulado y fuerte", ante lo que ha exhortado: "Dios nos ampare si fuera así, hermanos".
Ha manifestado su desacuerdo con "este modo de ver las cosas", aunque también su respeto hacia los que "piensen de otro modo" pero este respeto, "nunca pondrá en cuestión la identidad y la obra de Jesucristo".
JESUCRISTO, EN EL CORAZÓN DE TOLEDO
Ya centrado en la celebración del Corpus, ha destacado que la presencia de Jesucristo "tiene una intensidad única" que se encuentra en muchos lugares, y que este jueves "está en el corazón de Toledo, que es la Catedral", en "las calles y rincones" de la ciudad así como en los toledanos y demás personas que sienten esta festividad.
No obstante, ha recordado que aunque "admiramos la belleza de nuestra procesión", no hay que separarla de la fe en Dios, de "la entrega de su cuerpo y su sangre" a la humanidad.
FRAUDES EN LA VIDA PÚBLICA
Tras la llegada de la Custodia de Arfe a la Plaza de Zocodover, en su alocución, el prelado toledano ha hecho alusión "a las mentiras, fraudes y tantas cosas que están arruinando la vida pública y la salud de
una sociedad sana", que debería estar volcada "en el bien común, lejos de los excesos de sistemas sociales que llevan al desamor y a crear intereses particulares y no de todo el pueblo".
Ha apelado a la "misericordia" como un elemento "que necesita nuestra sociedad de modo muy urgente", apremiando a los cristianos a "tener la valentía de amar a los demás como lo hizo Cristo; y vivir con justicia las relaciones humanas", pero también encarando "la economía sin olvidar la fraternidad universal".
Pero, según ha afirmado el arzobispo, los cristianos tienen "miedo seguramente de singularizarse, de que les miren como a tipos raros, que no están en la realidad de la vida que se mueve en la competencia, en los codazos para conseguir lo nuestro".
Finalmente, ha apelado a la enseñanza de Cristo Jesús para que la sociedad se convenza de "la ventaja de una vida virtuosa,
anclada en los valores reales, no aparentes". "Te necesitamos; no nos dejes; ten piedad de tu pueblo, de la humanidad siempre necesitada de ti", ha concluido.