TOLEDO 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los hosteleros de la Plaza de Cuba han expresado su malestar por la prórroga del Ayuntamiento de Toledo para que la Plaza de Cuba siga manteniendo la protección acústica. Alegan que la situación actual es muy diferente a la de hace años y que actualmente sólo se superan los decibelios permitidos por la noche y a un nivel tolerado por la ley.
El presidente de la Asociación Provincial de Hostelería de Toledo (AHT), Alfonso Silva, y el secretario de la Asociación, Valentín Salamanca, han asegurado que si han aumentado los ruidos se debe a la entrada en vigor de la Ley del Antitabaco, que hace que los fumadores salgan a la vía pública a fumar.
En la Plaza de Cuba hay instalados dos micrófonos que registran los ruidos permanentemente. Con estos datos el Ayuntamiento ha elaborado un documento de seguimiento, facilitado a la Asociación en una reunión el pasado 7 de julio con el concejal de Gestión de los Servicios, Gabriel González, que a juicio de los hosteleros demuestra que no es necesario que la zona tenga protección acústica.
LA PUNTILLA DE LOS NEGOCIOS
Silva ha declarado que se trata de una cuestión "de supervivencia" para los locales de la zona y que la prórroga puede ser la "puntilla para algunos negocios" de esta plaza.
Según la a Ordenanza Reguladora de la Contaminación Acústica (ORCA), se declararán zonas acústicas saturadas a aquellas en las que se sobrepasen los niveles permitidos en diez decibelios. Según el informe emitido por el Servicio de Medio Ambiente del Ayuntamiento, los niveles mínimos establecidos en la plaza de Cuba son en horario de mañana (de 7.00 horas a 19.00 horas) de 65 decibelios, de tarde (de 19.00 horas a 23.00 horas) de 65 decibelios y de noche (de 23.00 a las 7.00)de 55 decibelios, ha explicado Salamanca.
Según ha indicado, en la Plaza de Cuba los valores registrados son en la primera franja de 61 decibelios, por la tarde de 62 decibelios y por la noche de 61 decibelios, por lo que "jurídicamente la zona no se puede declarar acústica saturada", pues sólo se superan los niveles por la noche y no se alcanzan diez decibelios más de lo permitido.
A su juicio, el Ayuntamiento está "matando moscas a cañonazos" cuando lo que hay que hacer es "una cirugía de precisión atacando el problema concreto". "La responsabilidad no es de los hosteleros", sino de "aquellos que tengan que aplicar las medidas para que se sancione o se corrija", ha apuntado.
SIN RESPONSABILIDAD EN LA CALLE
El secretario de los hosteleros ha añadido que la Asociación no "va a aceptar jamás que lo que ocurra en la puerta de un local con las personas que fuman sea responsabilidad del hostelero" y ha añadido que "no podemos responsabilizarnos de aquello que está ocurriendo en la calle" y que no piensan permitir que se les "coloque el cartel de culpables de las consecuencias que esta ley puede tener".
En febrero de 2005, cuando el Ayuntamiento declaró la Plaza de Cuba zona de protección acústica, se impusieron una serie de medidas como limitar el número de licencias o instalar doble puerta y limitador de sonido en los locales de ocio nocturno.
También se obligó a los locales a cumplir estrictamente el horario de cierre, se prohibieron el servicio de comidas y bebidas en la vía pública (a excepción de las terrazas), eliminaron las ventanas mostrador. Además estas medidas contra el ruido se reforzaron con la Ordenanza 'antibotellón', ha añadido.
Salamanca ha pedido que se permita a los hosteleros sacar fuera mesas altas para que la gente en horario de mañana y de tarde pueda salir a fumar y ha puntualizado que sólo "pedimos que en la Plaza de Cuba se tenga la misma consideración que en otros puntos de la ciudad", al tiempo que ha reclamado que el Ayuntamiento actué con el mismo criterio en toda la ciudad.
Silva ha acusado de contradictorio al presidente de la Asociación de Vecinos de Santa Teresa, José Antonio Carrión, pues unas veces declara que "no quiere que se cierren locales en la plaza de Cuba" y en cambio en los escritos presentados al Ayuntamiento pide que "la tendencia de esta zona debe ser que los locales de ocio vayan disminuyendo derivándolos a centros de ocio como Luz del Tajo o Puerta de Toledo", donde no se molesta a residentes.