CUENCA 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Comunidades y la Diputación de Cuenca están en conversaciones para cerrar un acuerdo de cara a la gestión pública del Parque Arqueológico de Segóbriga (Cuenca), "una de las joyas de la corona de Castilla-La Mancha".
Así lo ha asegurado este martes el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Marcial Marín, durante su visita a la Villa Romana de Noheda (Cuenca).
Marín ha señalado que será en los próximos meses de marzo y abril cuando ambas instituciones podrían alcanzar un acuerdo para que la gestión turística de Segóbriga pase a depender de la Diputación, mientras que las labores científicas y de investigación "correrán a cargo del Centro Regional de Patrimonio" de la Junta de Comunidades.
De esta forma, Segóbriga sería gestionada por entidades públicas, al contrario de lo que sucedería con los otros cuatro parques arqueológicos de Castilla-La Mancha, cuya gestión pasaría a ser público-privada, tal y como anunció el Gobierno regional hace unos meses.
Marín ha señalado que durante este tiempo "el parque permanecerá abierto y será el propio Centro Regional de Patrimonio el encargado de dirigir las visitas concertadas con centros educativos y con público en general".
El consejero ha agradecido el apoyo del presidente de la Diputación para garantizar la conservación y el futuro del Parque Arqueológico de Segóbriga, tanto por el interés mostrado para hacerse cargo de su gestión como con el Plan de Mejora de Infraestructuras Turísticas (PLAMIT) de Cuenca.
INTERÉS DIPUTACIÓN DE CUENCA
Por su parte, el presidente de la Diputación ha explicado que se trata de un "proceso muy complicado" que todavía está en fase de estudio.
En este sentido, Prieto ha señalado que la Institución Provincial son conscientes de la importancia que tiene este Parque Arqueológico como bien de interés cultural, centro de atracción turística y símbolo también de nuestro potencial turístico.
De ahí, ha reconocido Prieto, el interés de la Diputación por formar parte de la gestión del Parque, aunque también ha querido "ser prudente" al explicar que este proceso lleva unos trámites y unos plazos y que hay que estudiarlo con sumo detenimiento antes de poder aventurar una contestación definitiva por parte de la institución que dirige.