La Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche denuncia la "inaceptable" gestión del embalse de Navalcán

Actualizado: jueves, 27 octubre 2011 20:51

TALAVERA DE LA REINA 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Asociación ARDEIDAS y la Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche de Talavera de la Reina, han denunciado la gestión "inaceptable" del embalse de Navalcán (Toledo) que ejecuta el Ministerio de Medio Ambiente a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, ya que han asegurado que se está haciendo "una utilización inmoral que se de sus aguas", que va contra cualquier tipo de principio ambiental, social y racional.

Según ha informado esta plataforma en nota de prensa, el embalse de Navalcán es utilizado por la Confederación Hidrográfica del Tajo como una "bañera" a la que recurren cuando en el embalse del Rosarito el nivel del agua disminuye.

Por eso, han solicitado la modificación de la explotación de este embalse "como un mero barreño" y piden "que se devuelva al agua su dignidad, es decir, que no sea tenido prioritariamente como un recurso generador de riqueza de unos pocos, que lo convierte en insostenible".

Para esta plataforma, la utilización excesiva e indiscriminada del agua de Navalcán constituye "un saqueo de un recurso vital, tanto para el propio uso del embalse y el abastecimiento para el que se ha ejecutado la planta potabilizadora de la Campana de Oropesa; como para la biodiversidad del embalse y su entorno".

Asimismo, han asegurado que a esta situación también contribuye la falta de caudales mínimos y ecológicos, "que deberían discurrir por el cauce del Guadyerbas y que se ven retenidos en el embalse del Piélago".

EMBALSE NAVALCÁN

El embalse de Navalcán se encontraba a principios de junio al 90 por ciento de su capacidad, lo que equivale a unos 31 hectómetros cúbicos de reserva. Dos meses y medio después, se encontraba al 29 por ciento, casi al límite del nivel de explotación, según ha informado esta plataforma.

Estas sueltas de caudal desde el fondo del embalse modifican, por otra parte, el estado ecológico el tramo final del Guadyerbas, "obligando" al río a transformarse en un torrente con un caudal muy elevado cada vez que se abre el "grifo" de la presa, convirtiendo a Guadyerbas en un canal.

La plataforma ha asegurado que la gestión de este embalse "adolece de cualquier mínimo criterio ambiental en una zona que en cualquier país civilizado sería declarada Parque Natural y cuidada con esmero, regulado su recurso vital que es el agua, con criterios ambientales".