MADRID/TOLEDO, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha modificado, a través de una resolución de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, el estatus de dispensación de 79 presentaciones de 21 medicamentos que hasta ahora se vendían con receta en las oficinas de farmacia y que, a partir del 1 de abril, sólo se podrán adquirir en los servicios de Farmacia de los hospitales.
La decisión ya fue acordada por el anterior Gobierno y las comunidades en una reunión de la Comisión Permanente de Farmacia del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), celebrada el pasado 27 de octubre. Los medicamentos afectados por esta decisión están considerados de diagnóstico hospitalario pero, no obstante, están indicados para el tratamiento no hospitalario de numerosas patologías como el cáncer, la gripe, el asma o la artritis reumatoide.
Entre los antitumorales, están 'Glivec', 'Tasigna' (ambos de Novartis) y 'Sprycel' (Bristol Myers-Squibb), indicados para tratar varios tipos de leucemia; 'Tarceva' (Roche) e 'Iressa' (Astra Zeneca), para el cáncer de pulmón; 'Xeloda' (Roche), autorizado para cáncer de colon, gástrico y mama; 'Tyverb' (GSK), también para tumores mamarios; 'Nexavar' (Bayer), para carcinomas hepatocelulares; 'Targretin' (Eisai), para pacientes con linfoma cutáneo de células T; y la temozolomida de Sandoz, Teva, Hospira, Medac y Schering Plough --en este caso comercializada como 'Temodal'--, indicada para algunos tumores cerebrales como los gliomas o los glioblastomas.
Asimismo, la medida también afecta al antiviral ribavirina, tanto a los genéricos de Sandoz y Teva como al fármaco que Schering-Plough comercializa con el nombre de 'Rebetol'; al fármaco para la psoriasis de Janssen 'Stelara'; al tratamiento para el asma 'Xolair' (Novartis); y al fármaco para la artritis 'Enbrel', de Pfizer.
En todos los casos, y según han confirmado a Europa Press fuentes del ministerio que dirige Ana Mato, la decisión obedece a "motivos clínicos", ya que son fármacos utilizados por pacientes con patologías "muy específicas" que "están mejor controlados en los servicios especializados de los hospitales".
Asimismo, también había "dificultades en la cadena de comercialización" porque son "fármacos muy caros sobre los que no se puede hacer provisión ya que no pueden ser devueltos al laboratorio".
Sanidad asegura igualmente que con esta medida se trata de homogeneizar lo dispuesto en algunas comunidades, que de forma independiente habían decidido sacar de las farmacias algunos de estos medicamentos para su dispensación exclusiva en los hospitales.
Sin embargo, la medida no ha sido bien recibida por los farmacéuticos ya que, como apunta la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), esta medida "sin justificación" económica y sanitaria.
AYUDARÁ A LAS CCAA A "MAQUILLAR" SU GASTO FARMACÉUTICO
De hecho, desde esta entidad están convencidos de que la "verdadera intención" de dicha decisión es "maquillar" los datos de gasto farmacéutico, ya que el gasto derivado de la adquisición, dispensación y administración de medicamentos en hospitales no computa en el cálculo de la factura farmacéutica.
Además, aseguran que así el pago a los proveedores en el canal hospitalario puede demorarse más allá de los trescientos días, frente al pago mensual o bimestral que deben efectuar a las farmacias comunitarias.
SEFAC defiende la conveniencia de mantener en las farmacias comunitarias la dispensación de estos medicamentos que utilizan pacientes no hospitalizados porque "es mejor para el paciente en términos de accesibilidad y coste para él, y porque facilita su seguimiento farmacoterapéutico y la detección de problemas relacionados con medicamentos y efectos adversos".