TOLEDO 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
La campaña de excavaciones sistemáticas de este 2009 ha brindado un "importante hallazgo" en el Parque Arqueológico de Carranque (Toledo), tal y como señaló esta tarde la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, Soledad Herrero, durante la presentación del sarcófago elaborado en la Hispania tardorromana y que mantiene "un estado de conservación excepcional".
Se trata de un descubrimiento de una "gran importancia", ya que los estudios realizados por el Institut Catalá d'Arqueología Classica han confirmado que el sarcófago está elaborado en mármol blanco procedente de las canteras de Estremoz (Portugal), por lo que se trata de una pieza de elaboración hispana, "el primero que se conoce en España de estas características", señaló.
Acerca del taller en que éste fue elaborado, Herrero explicó que aún se está estudiando la pieza, cuyo descubrimiento permitirá abrir nuevas líneas de investigación sobre los talleres hispanos de producción de sarcófagos en el siglo IV d.C. Además de la procedencia del mármol, que en este caso no es de origen italiano, el sarcófago también destaca por su calidad desde el punto de vista artístico.
Según se desprende de las primeras investigaciones, y por las dimensiones de la pieza, este sarcófago se realizó originalmente para un individuo romano adulto, aunque los restos aparecidos en su interior han permitido afirmar que los visigodos lo reaprovecharon y enterraron en el mismo a un individuo infantil de entre 9 y 13 años.
Las hipótesis apuntan a que el individuo que allí fue enterrado en primer lugar era cristiano, como se desprende del relieve de la losa sepulcral, donde se desarrolla al completo la historia del profeta Jonás. Tal y como se aprecia, de izquierda a derecha aparecen representadas tres escenas del antiguo testamento, en las que se ve a Jonás arrojado del barco por sus compañeros de navegación y engullido por un monstruo marino; Jonás expulsado de las fauces del monstruo marino tras pasar tres días en su interior y Jonás descansando bajo la calabacera.
El ciclo iconográfico aquí representado, en el marco del contexto cristiano, es un símbolo claro de arrepentimiento tras haber desobedecido el mandato divino, además de símbolo de muerte y resurrección.
Esta pieza ha sido hallada en el Palatium tardorromano, en la tumba número 7, que es una de las tumbas que constituyen la necrópolis visigoda surgida en torno a un edificio de culto cristiano instalada en el siglo VII después de Cristo.
La cubierta del sarcófago se encuentra fracturada en cuatro trozos, y por sus dimensiones se puede afirmar que fue creado para un individuo adulto. La losa, propiamente dicha, tiene unas dimensiones de 217,9 centímetros de largo por 68 de ancho y 5/5,2 centímetros de grosor. La pestaña frontal mide 217,9 centímetros de longitud, 24,7 de altura y 9.1/9.6 de grosor.
EXCAVACIONES
Durante este 2009, el Gobierno del presidente José María Barreda ha invertido más de 4,2 millones de euros en esta materia, lo que ha permitido la contratación de 533 trabajadores, entre peones, arqueólogos y restauradores, para la puesta en valor de nuestro patrimonio histórico.
En total, en la provincia de Toledo se han destinado más de un millón de euros para la contratación de 118 trabajadores, cuyas labores se han llevado a cabo en siete yacimientos diferentes. Estos han sido el Parque Arqueológico de Carranque; el Cerro de la Mesa, en Alcolea de Tajo; El Saucedo, en Talavera La Nueva; el Valle de las Higueras, en Huecas; Vega Baja, en Toledo; la Plaza de los Moros, en Villatobas, y Ciudad de Vascos, en Navalmoralejo.