BURGOS 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Este lunes, 6 de octubre, festividad de San Bruno, se cumplen 500 años desde que el fundador de la Orden Cartujana fuera canonizado por el Papa León X, efeméride que los religiosos conmemoran con dos misas, además de engalanar la nave central del convento con adornos florales.
Con motivo de este centenario, los monjes vestirán la nave central de su iglesia con un solemne manto floral que evocará la imagen de un cartujo en honor al padre fundador. El tapiz natural se podrá visitar hasta el jueves siguiente, informaron a Europa Press fuentes de la Cartuja.
En este marco, el monasterio invitará a todos los burgaleses a las dos misas que se celebrarán en su honor, a las 07.30 y 10.15 horas, y permanecerá abierto ininterrumpidamente de 11 a 19 horas (dos horas más de su horario habitual).
Durante la jornada se acogerán a las miles de personas que como cada año, se acercan hasta el Monasterio para realizar peticiones y ofrendas al Santo, famoso por las numerosas intercesiones que ha concedido en la ciudad. Finalmente, La Cartuja tendrá un detalle especial con los niños y niñas que se acerquen hasta este monumento artístico para conocer la venerada imagen de San Bruno.
En este día señalado, el servicio de autobús urbano con salida de Plaza España hacia La Cartuja será a las 9.30, 10.00, 11.00, 12.00, 12.30, 13.00 16.15, 17.00 y 18.00 horas. Los viajes de vuelta con salida desde el monasterio se efectuarán a las 10.15, 11.15, 12.15, 13.15, 17.15, 18.15 y 19.00 horas.
TALLA BARROCA
Esta talla de madera policromada, obra del escultor portugués Manuel de Pereira, que trabajó en la corte española en el siglo XVII, cobra estos días un interés especial, pues en su festividad los burgaleses realizan plegarias bajo sus pies.
Es común, según las mismas fuentes, que sus devotos suelan comentar que según el ángulo en el que se observe su cara, su expresión cambia, pues su rostro está "espléndidamente" tallado y goza de "gran fuerza" expresiva y realismo. "Es una escultura barroca donde aparece en actitud de entrega y meditación, propias de esta congregación", puntualizan.
La Cartuja de Miraflores, monasterio habitado y cuidado por los monjes cartujos, forma parte del atractivo patrimonial de la ciudad de Burgos y supone "un punto de encuentro con la belleza artística en el corazón de la paz y el silencio".