CASTRILLO DE VEGA (BURGOS), 25 (EUROPA PRESS)
La localidad burgalesa de Castrillo de Vega acoge este fin de semana la VII concentración de 'motoabuelas' de la Ribera del Duero, que en esta edición cuenta con más de un centenar de motos y scooters fabricadas antes del año 1980.
Como principal novedad, la 'motoabuelada' ha contemplado este año una modificación de los requisitos que tienen que reunir las motocicletas participantes, que según ha explicado uno de los organizadores del evento, Juan Pedro Olivares, deben llevar ruedas de radios y frenos de tambor.
"Otro de los aspectos novedosos es que hemos programado la ruta de hoy para hacerla por la mañana en lugar de a primera hora de la tarde, lo que nos permitirá realizar un recorrido un poco más largo, regresar antes al pueblo y prolongar allí la exposición de las motos participantes", ha explicado Olivares antes de poner el motor de su moto en marcha.
De esta forma, a las 10.00 horas del sábado se ha abierto la mesa de inscripciones en la pradera del arroyo castrillense, desde donde los moteros tienen previsto partir al mediodía para realizar la ruta de 53 kilómetros que separa Castrillo de Santo Domingo de Silos. En la Plaza Mayor de este último municipio tendrá lugar una recepción y una sesión de canto gregoriano que irá seguida de una comida campestre y una visita al Monasterio de la localidad.
"Allí el público podrá observar motos fabricadas en la década de 1920, principalmente de la marca BMW", han apuntado voces de la organización antes de citar otras marcas como las de las motocicletas inglesas Ariel o Douglas, así como Vespa y Lambretta.
Una docena de sidecares procedentes de Valladolid, Madrid, Sevilla y Barcelona --entre otras provincias-- participarán también en el recorrido, "más dinámico que otros años gracias a la colaboración de una charanga y a la Fiesta Popular que se ha organizado en Castrillo para que todo el mundo deguste los dulces preparados por la Asociación de Mujeres Rurales".
Finalmente, la ruta del domingo hasta el municipio burgalés de San Martín de Rubiales, una comida a base de paella y la "tradicional" entrega de premios pondrán el broche final a este fin de semana sobre dos ruedas.
"La despedida de mañana será lo más triste, pero confiamos en que Castrillo volverá a acoger a las motoabuelas el próximo año", ha concluido Juan Pedro Olivares.