Los trabajadores beneficiados en Castilla y León se elevan al millar
VALLADOLID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras ha logrado la firma del primer plan de igualdad dentro del Grupo Nutreco a nivel nacional. La multinacional está presente en Castilla y León con cerca de 1.000 trabajadores y trabajadoras, repartidos entre Trouw Nutrition España en Burgos, Nampro de Segovia, Nanta de Valladolid y Sada de Valladolid.
Dicho plan se configura como un marco único y general para todas las empresas del grupo, aunque se podrán establecer medidas adaptadas a las características particulares de cada uno de los centros de trabajo repartidos por la geografía española, según informaron a Europa Press fuentes de CC.OO.
La ratificación de este documento ha tenido lugar ayer lunes en el centro de Sada en Valencia. Este grupo se conforma en cinco áreas de negocio agrupadas en 19 empresas con más de 70 centros de trabajo y cerca de 4.000 trabajadores y trabajadoras.
Las empresas se dedican a diversos ámbitos de producción: piensos compuestos (Nanta y Agrovic), avicultura y procesamiento avícola (Sada), integración porcina (Inga Food), agroespecialidades (Trouw Nutrition) y alimentos para peces (Skretting).
La otra característica a reseñar es la figura del Agente de Igualdad, concretada en las trabajadoras sociales que hay, una por cada área de negocio. El plan de igualdad está conformado por medidas genéricas que podrán ser valoradas una vez comprobada su puesta en marcha.
Entre las medidas incorporadas al plan destacan la promoción del acceso al empleo y la promoción del sexo menos representado, lo que supone un cambio en las plantillas masculinizadas de piensos compuestos y feminizadas de avicultura; acciones formativas y de sensibilización en la igualdad de género a toda la plantilla y especialmente a equipos directivos, y crear cultura de comunicación en la igualdad; planificación de acciones preventivas y vigilancia de la salud con perspectiva de género, destacando la revisión de puestos ocupados por mujeres que realizan movimientos repetitivos, además de mejoras en la ordenación del tiempo de trabajo para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar.
También se incorporan medidas de prevención de acoso sexual y por razón de sexo, un protocolo de actuación con intervención sindical y garantías para que las mujeres víctimas de la violencia de género puedan poner en práctica sus derechos laborales.