VALLADOLID 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un veterinario de Valladolid ha sido imputado como presunto autor de un delito continuado de estafa al cobrar a varias personas por el sacrificio e incineración de perros que finalmente enterraba en un pinar situado entre las localidades de Tudela de Duero y Herrera de Duero.
Según han informado fuentes de la Guardia Civil en un comunicado recogido por Europa Press, por el momento el Seprona ha cursado cinco denuncias por infracción a la Ley de Sanidad Animal, a la de Animales de Compañía y a la de Protección Ambiental.
A raíz de una denuncia interpuesta a finales del mes de abril por la sociedad protectora de animales Scooby, con motivo del hallazgo de un cementerio ilegal de perros en un pinar entre las localidades de Tudela de Duero y Herrera de Duero, personal del Servicio de Protección de la Naturaleza, inició las pertinentes labores de investigación, encaminadas al posible esclarecimiento de los hechos.
Pese a lo dificultoso de las gestiones, como ha precisado la Benemérita, al tratarse de restos de canes carentes de microchip y en un avanzado estado de descomposición, finalmente se ha llegado al conocimiento de que un veterinario de la provincia de Valladolid, recibía en su clínica a propietarios de animales de compañía a los que era preciso sacrificar, lo que llevaba a cabo y expedía el correspondiente certificado.
Asimismo, cobraba una cantidad por el proceso de incineración, que no realizaba ya que enterraba los cadáveres en el pinar, donde fueron localizados los restos de doce perros.
Como han apuntado las mismas fuentes, la Ley de Protección de los animales de compañía en la Comunidad Autónoma de Castilla y León, dispone que en caso de tener que sacrificar a uno de éstos, serán los veterinarios en ejercicio, los de la Administración pública y las clínicas, consultorios y hospitales veterinarios quienes deberán llevar un archivo con la ficha clínica de cada animal objeto de sacrificio.
Asimismo, la Ley de Sanidad Animal prohíbe terminantemente, por razones sanitarias y medioambientales, abandonar animales muertos o moribundos, arrojarlos a estercoleros, ríos, pozos, carreteras, cañadas y cualquier otro lugar.
Al tratarse de unos hechos repetidos en un corto espacio de tiempo, en el que cobraba una cantidad por un servicio que no prestaba y engañaba a los propietarios de los animales, se procedió a la imputación de esta persona por un delito continuado de estafa.
Al mismo tiempo, fueron formuladas cinco denuncias a la Ley de Sanidad Animal, a la de Animales de Compañía y a la de Protección Ambiental, todas ellas de ámbito autonómico, por el transporte y el abandono de los cadáveres de los animales.
Las diligencias instruidas han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Guardia de Valladolid y las Denuncias en materia administrativa, remitidas a los correspondientes a la Junta de Castilla y León en Valladolid.