SEGOVIA 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Castilla y León, a través del Servicio Territorial de Sanidad, está investigando posibles casos de sarna en alumnos del colegio de La Lastrilla (Segovia).
Según ha explicado el jefe del Servicio, César Montarelo, hace dos meses dos pequeños de una misma familia presentaron síntomas compatibles con la escabiosis o sarna y hace unos días se repitieron esos síntomas en otros dos pequeños, hermanos.
De momento no se ha podido confirmar la causa de las reacciones, que podrían deberse asimismo a otras enfermedades de la piel o erupciones cutáneas, muy comunes en los niños.
Habrá que esperar a la detección de posibles síntomas en otros alumnos para tomar las muestras que permitan confirmar los casos de sarna, pues los afectados fueron sometidos a tratamiento y, como consecuencia, se produjo la desaparición del parásito.
Montarelo ha garantizado que el origen de la supuesta infestación no está en el centro escolar, sino en el ámbito familiar de los pequeños. Los cuatro, según ha dicho, tienen relación tanto dentro como fuera del colegio.
Ante la inquietud de los padres, la Delegación Territorial de la Junta repartió ayer una circular en la que informaba a las familias de qué es la escabiosis, qué lesiones provoca y cómo se puede evitar.
La sarna es una infestación superficial que afecta a la capa más externa de la piel y que puede afectar a personas de cualquier edad, sexo y nivel socioeconómico. Es producida por un ácaro, parecido a una pequeña araña, que tiene medio milímetro de diámetro y una vida limitada a entre dos y tres días.
Se caracteriza por un picor muy intenso, preferentemente nocturno, provocado por lesiones inflamadas y alargadas. Suelen aparecer vesículas con aspecto de perla, que se localizan por todo el cuerpo, con un marcada tendencia a ubicarse en los pliegues. La sarna no produce fiebre y la erupción cutánea aparece a las cuatro semanas del inicio de la infección.
Montarelo ha incidido en que su contagio es muy difícil. La transmisión se produce sobre todo dentro de familia o en casos de convivencia íntima, especialmente entre personas que comparten la cama. El lavado a 60-70º de la ropa destruye el parásito, aunque si esta no se puede lavar, se debe dejar depositada en bolsas de plástico cerradas durante una semana.
Es conveniente que a la persona afectada se le se trate con cremas o lociones, que se deben aplicar sobre toda la piel y no solo sobre la zona afectada. En este caso, el niño puede volver a la escuela la mañana siguiente de realizar el tratamiento, aunque las lesiones en la piel tarden unos días en cicatrizar o se mantenga el picor.