SALAMANCA 20 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los ciudadanos de Salamanca celebraron hoy la festividad del 'Lunes de aguas', que consiste en disfrutar de una jornada campestre junto a familiares o amigos con el hornazo como alimento habitual durante la merienda.
Desde las primeras horas de la mañana, las vías de salida de la ciudad contaron con un tráfico mayor al habitual porque miles de personas dejaron el centro de la ciudad para acercarse a los parques de la periferia, la ribera del río Tormes y municipios limítrofes.
En este sentido, fueron muchos los que volvieron a elegir los parques de la Aldehuela y Valcuevo, además del Paseo Fluvial. Aunque, en esta ocasión no hubo charangas y cabezudos en estos espacios debido al recorte presupuestario del Ayuntamiento de la ciudad por la situación económica actual.
Se trata de una celebración cuyo origen se remonta al siglo XVI, entonces el monarca Felipe II dictó una ordenanza que impedía la presencia de prostitutas en la ciudad de Salamanca desde el miércoles de ceniza hasta una semana después del Lunes de Pascua. Así, el rey pretendía impedir que los hombres de entonces pecaran.
Esto originó que las mujeres que trabajaban en lupanares y burdeles tuviesen que dejar las tierras tormesinas durante este período y que, en el momento de su regreso, el religioso conocido como 'Padre Putas' les ayudase a cruzar el río Tormes en barca.
En esa fecha los estudiantes de la Universidad de Salamanca salían a la ribera para dar la bienvenida a las prostitutas y lo celebraban con una fiesta donde no faltaban el alcohol y el hornazo, que es una empanada típica de Salamanca que cuenta en su interior con todo tipo de embutidos de la matanza tradicional.
Ese ambiente de algarabía todavía se conserva y son miles los salmantinos que cada año salen a disfrutar de una jornada en los campes y parques tormesinos como recordatorio de lo que en su momento fue una fiesta por la vuelta de las meretrices.