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Cuatro mujeres palentinas estudian constituirse en cooperativa para sacar adelante una panadería ecológica para la que no encuentran obrador
DEHESA DE ROMANOS (PALENCIA), 28 Ene. (EUROPA PRESS) -
El obrador de pastelería La Golosa Libélula, ubicado en la localidad palentina de Dehesa de Romanos, ha recuperado algunas recetas de las abuelas palentinas, como los 'tortos', unas pastas de aceite de oliva, y otras pastas de manteca "mucho más sanas" y con mucha aceptación entre los consumidores.
Además, esta pequeña empresa "unipersonal" regentada por Belén de Blas empezará a elaborar en la próxima campaña de verano unos empiñonados, en recuerdo a la procedencia de esta pastelera, que es oriunda de Valladolid.
Así lo ha confirmado De Blas que, en declaraciones a la agencia Europa Press, ha destacado la "calidad" de "unos productos de primera" que elabora sin conservantes y sin aditivos, una decisión, que según ha admitido, "a la larga" le ha perjudicado ya que los consumidores no valoran tanto lo inmediato y prefieren productos con más caducidad.
La Golosa Libélula nació en diciembre de 2008 tras la decisión de Belén de Blas de regresar de Barcelona, donde trabajaba en el sector de la hostelería, para asentarse en el medio rural y poder vivir en la naturaleza. El nombre de la empresa trata de aunar la referencia al dulce de sus productos con el de la libélula, un insecto "goloso" que había desaparecido de los campos de Castilla y que se ha recuperado.
Adscrita a los sellos Alimentos de Palencia, Artesanos de Castilla y León y Tierra de Sabor, marcas que la han dado "caché y prestigio" y han favorecido su presencia en más ferias, La Golosa Libélula se dedica a la elaboración de productos de pastelería, como un bizcocho de chocolate, bizcocho de mantequilla, magdalenas chocolateadas, cocadas, rústicas, tortas y romanitas, además de tartas "personalizadas" y de encargo para diversos eventos y magdalenas de miel de reminiscencia francesa, país en el que se formó De Blas durante un año y medio y del que ha traído también recetas para la elaboración de unas pastas de té con mucha mantequilla o trufas de chocolate.
PAN DE ESPELTA Y YOGUR DE LECHE DE OVEJA CHURRA
El obrador palentino ha ampliado su oferta de productos y ofrece también pastelería salada, con empanadas, quiches y canapés, además de pan de centeno y de "espelta", una variedad de trigo antiguo que se dejó de producir que aporta muchos nutrientes y que se conserva durante unos 5 ó 6 días, o un yogur artesano a partir de leche de oveja churra del que hace unos 50 litros cada semana.
De Blas ha informado de la existencia de otro proyecto ideado por cuatro mujeres de la comarca palentina que han pensado en constituir una cooperativa para sacar adelante una panadería ecológica, un proyecto, no obstante, que está parado en estos momentos ante la imposibilidad de encontrar un obrador en la zona bien en venta o en régimen de alquiler para elaborar el pan.
Belén de Blas ha lamentado que tras visitar diez obradores en localidades como Guardo, Cervera de Pisuerga o Aguilar de Campoo no hayan encontrado un lugar para la elaboración del pan ecológico con harina 'tamut' y 'espelta' ante las reticencias de sus propietarios, normalmente familias de varios hijos que, o no se ponen de acuerdo en el destino de la propiedad o prefieren que el obrador del padre "no se toque".
"No piensan en una visión comercial", ha lamentado Belén de Blas quien, tras reconocer que el "interesante proyecto" de estas cuatro mujeres está "en el aire", ha constatado su "ilusión" por sacarlo adelante en un futuro para lo que ya se han formado a través de un curso de pan financiado por 'país románico'.
Además de la propia pastelería, La Golosa Libélula vende sus productos en las provincias de Palencia y de Valladolid y aglutina la mayor parte de la producción entre mayo y noviembre en los que llega a gastar unos 15 sacos de 25 kilos de harina de cuatro variedades, integral, espelta, normal y centeno. De Blas ha reconocido que los resultados económicos del tercer año en funcionamiento han sido "muy buenos" tras un primer año "bueno" y otro "regular".