Una caravana de mujeres llega a San Cristóbal de Entreviñas (Zamora) para buscar pareja entre 22 solteros

Actualizado: sábado, 18 abril 2009 21:41

ZAMORA 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

Una caravana de 45 mujeres perteneciente a la asociación Asocamu llegó hoy a la localidad zamorana de San Cristóbal de Entreviñas procedente de Madrid y fue recibida por los 22 solteros participantes en esta iniciativa.

La llegada de la caravana despertó una gran expectación en San Cristóbal y fueron muchas las personas las que se acercaron hasta el lugar elegido por el autobús para desembarcar a las mujeres.

Tras unos primeros saludos iniciales, las mujeres se dirigieron al bar El Jardín, organizador de la caravana, donde hombres y mujeres se tomaron un refresco y rompieron el hielo a base de música y bailes.

Clara Isabel Lara, responsable de la organización de la caravana, se mostró muy satisfecha con el desarrollo de esta jornada de convivencia y destacó el "buen ambiente" y la alegría reinante entre hombres y mujeres.

Entre los participantes en la caravana, Jesús Herrero, de 44 años y natural de San Miguel del Valle, se mostró "entusiasmado" con el ambiente y aseguró que este tipo de iniciativas tendrían que repetirse "todos los meses".

A pesar de su alegría por lo distendido de la situación, Herrero consideró complejo "llegar a más" dado que la mayor parte de las mujeres llegadas a San Cristóbal de Entreviñas "están muy entradas en años".

Entre las mujeres también había mucha satisfacción por lo caluroso del recibimiento, en especial por la amabilidad y la simpatía demostrada por los solteros, casi todos procedentes de la comarca de Los Valles de Benavente.

Así, casi todas consideraron "difícil" llegar a establecer alguna relación estable, aunque casi ninguna renunciaba por completo a esa posibilidad.

Los hombres participantes en esta caravana, que tiene lugar justo un año después de la celebrada en Riofrío de Aliste, tuvieron que pagar 100 euros, una cantidad que en el caso de la mujeres se reducía hasta los 20 euros.

Todos los hombres participantes, entre bailes y sangría, daban por bien empleado el dinero y esperaron con ilusión los actos lúdicos programados para la tarde y la noche.