TMB descartó la medida tras realizar una prueba piloto en 2006
BARCELONA, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Los 150 autobuses del Nitbus metropolitano de Barcelona tendrán cámaras de videovigilancia en el segundo semestre de 2011, aprobó hoy por unanimidad el pleno de la Entitat Metropolitana del Transport (EMT), que abrirá un concurso que licitará por un máximo de 1,3 millones de euros.
Según informó la EMT en un comunicado, la decisión permitirá instalar las cámaras en todos los vehículos de las 17 líneas que dan cobertura al transporte público nocturno en los 18 municipios integrados en la EMT, aumentando así las garantías de seguridad para los usuarios y los trabajadores del servicio, y de los propios vehículos.
La incorporación de sistemas de videovigilancia se considera como una medida que aumenta la calidad del transporte público, ya que actúan como elementos disuasorios de comportamientos incívicos incrementando activamente la seguridad integral de los servicios, explicó la EMT.
Las cámaras incluirán un disco duro de grabación y almacenaje de las imágenes, en condiciones del cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos, y que el centro de control podrá captar directamente en caso de que 'pinche' la cámara o se activa la alarma, concretaron a Europa Press fuentes de la EMT.
Por su parte, Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que gestiona los autobuses urbanos de la capital catalana, no prevé por ahora instalar cámaras de videovigilancia en sus autobuses.
TMB descartó colocar cámaras tras analizar el resultado de la prueba piloto que realizó en siete vehículos de diversas líneas regulares entre junio y diciembre de 2006, explicaron a Europa Press fuentes de la compañía.
LUZ VERDE AL BICIBOX
El pleno también aprobó definitivamente establecer el Bicibox, una red de aparcamientos seguros para bicicletas privadas, lo que supone convocar un concurso público cuyo plazo de presentación de ofertas se iniciará una vez se publique la semana que viene en el Boletín Oficial de la Provincia.
La red consistirá en instalar en los municipios metropolitanos unos módulos cerrados de Bicibox, de 7 o 14 plazas individuales, donde los usuarios podrán dejar su bicicleta, abonándose al servicio por un importe previsto de 35 euros anuales.