300 bodegas internacionales firman una declaración sobre la producción vinícola sostenible

BARCELONA 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Más de 300 bodegas de las principales zonas vitivinícolas del mundo firmarán la tarde de este jueves la Declaración de Barcelona, un protocolo de compromiso de lucha por parte del sector contra el cambio climático.

El acto, que se celebrará en el Ayuntamiento de Barcelona, será presidido por el conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural (Daam), Josep Maria Pelegrí, y el primer teniente de alcalde en funciones, Jordi William Carnes.

Se trata de una hoja de ruta de ámbito internacional apoyado por empresas, asociaciones entidades y personalidades vinculadas al sector del vino, y a partir de esta declaración, Barcelona liderará un movimiento mundial de impacto social, económico y medioambiental.

La Declaración consiste en el 'Manifiesto Wineries for Climate Protection', un decálogo que se centra en la reducción de emisiones, la edificación sostenible, el fomento de las energías renovables y la eficiencia energética, la agricultura sostenible y la biodiversidad, la reducción de la huella hídrica, el ecodiseño, la reducción de residuos, la distribución eficiente, la investigación e innovación, y la comunicación para sensibilizar a los proveedores y trabajadores con las buenas prácticas medioambientales.

En suma, se trata de una hoja de ruta del sector vitivinícola para luchar contra el cambio climático --se estima que en los últimos 40 años las temperaturas han aumentado un grado centígrado en el Mediterráneo y las previsiones para el siglo XXI oscilan desde los 2 a los 5 grados de aumento-- y fomentar la protección del medio ambiente.

La firma de esta declaración se enmarca en la celebración de las jornadas 'Wineries for Climate Protection' que se inician este viernes y en las que participarán 300 bodegas internacionales, además de expertos en medio ambiente con el objetivo de concienciar a la sociedad y presentar soluciones para frenar el cambio climático.

La iniciativa nace con una vocación global y con carácter bianual, por lo que las principales zonas vitivinícolas del mundo --como California, Burdeos, Chile y La Toscana, entre otras-- se turnarán para acoger estas jornadas y ratificarán la Declaración.