BARCELONA 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) inaugurará este jueves la exposición 'Un Segle d'Escultura Catalana', que recoge 300 piezas de más de ochenta escultores nacionales e internacionales vinculados a Catalunya, seleccionadas por el comisario José Manuel Iniesta y, que se podrá ver hasta el 23 de junio.
La muestra, que comprende una selección de obras de Julio Antonio Rodríguez Hernández, Salvador Dalí, Auguste Rodin, Manolo Hugué, Pablo Gargallo, Josep Llimona, Apel·les Fenosa, Miquel Blay, entre otras figuras relevantes del modernismo, tiene su origen en el proyecto de análisis, protección y difusión de la escultura catalana emprendido por la Fundación de las Artes y los Artistas.
La fundación, que también dirige Iniesta, ha recibido fondos de otros museos, colecciones privadas, comerciantes y escultores con un total de 300 esculturas de gran formato que ocupan las 16 salas del museo, incluso el patio.
Esta recopilación "refleja el sentir tradicional de los artistas catalanes", ha explicado Iniesta en rueda de prensa, ya que reúne una selección de obras de escultores figurativos desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, en un recorrido que va desde los grandes maestros, el academicismo y el realismo, la escultura decorativa y las tendencias postmodernas, hasta los escultores contemporáneos.
"En un momento de crisis económica e institucional es importante que se puedan hacer reales iniciativas como esta, que hagan frente no solo a esta situación, sino a la crisis de valores", ha destacado el comisario antes de agradecer la generosidad de los participantes que han hecho posible la exposición.
Sobresalen en la exhibición, 'Newton', de Salvador Dalí; 'La Bien Plantada', de Joan Rebull; 'Cabeza de San Juan Evangelista', de Auguste Rodin; el 'Busto de Goya', de María Benlliure, y el 'Compte de Barcelona' de Josep Llimona, entre otras piezas, algunas de estas nunca antes expuestas.
El MEAM ha sido uno de los cinco museos más visitados durante 'La Nit dels Museus 2011', por lo que han decidido programar esta exposición de modo que coincida con este evento y aprovechar durante la temporada de vacaciones su cercanía con el Museu Picasso, además, este espacio "no tiene la rigidez de un museo, porque se puede tomar una copa o hacer fotografías", ha enfatizado el director.