BARCELONA 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
Vecinos y comerciantes de la calle Mallorca y alrededores a su paso por los barrios del Clot y Navas de Barcelona, donde hoy empiezan las obras de construcción del túnel del AVE entre las estaciones de Sants y la Sagrera, lamentaron hoy la "tremenda" falta de información por parte de las administraciones y del gestor ferroviario Adif.
Los operarios ultimaban esta mañana los desvíos de tráfico y pintaban las líneas de la calle Múrcia acabada de asfaltar, y colocaban los cables de los semáforos. Trabajadores de Parcs i Jardins empezaron también hoy a podar los 33 árboles que se tendrán que arrancar de la calle Mallorca por las obras.
Algunos desconocen los desvíos de tráfico necesarios para los trabajos mientras que otros se preguntan cuánto tiempo durarán. "Ya se sabe que las fechas son flexibles y casi siempre van a más", aseguró hoy a Europa Press la charcutera de esta calle Joana Ortiz. En lo que están de acuerdo es que esperan que se alarguen lo menos posible.
Los encargados de las tiendas temen que el corte del tramo de la calle Mallorca les afectará a su recaudación, una preocupación acentuada en los negocios relacionados con los automóviles. Es el caso de un autolavado, cuyo propietario, Mariano Domènech, desconfía de que le dejarán un carril para acceder a su negocio porque no ha recibido información de Adif sobre las obras hasta hace unos días.
Domènech mostró su preocupación por la rentabilidad del negocio, del que "viven ocho familias", ya que ayer pasaron por él unos 260 coches pero hoy "nada de nada", algo que achacó a que hay gente que "ya da por hecho que la calle Mallorca está cortada y utilizan otros accesos".
El regente del bar 'La Salseta del Clot' de la calle Espronceda, Miquel Àngel Borrull, recordó que la zona ya es "un barrio flojo" comercialmente a lo que se sumarán los cortes de calles, por lo que esperó que no se convierta "en un nuevo Rosselló-Balmes", en referencia a los más de dos años que duran las obras del intercambiador de la Diagonal.
EL CARMEL, PRESENTE
Además del miedo por las posibles repercusiones económicas para las tiendas, a algunos les viene a la memoria el hundimiento del Carmel de enero de 2005 por las obras de construcción de la prolongación de la Línea 5 del Metro de Barcelona. "Siempre está presente el Carmel", afirmó Ortiz, y reconoció tener "un poco de miedo" a que vuelva a pasar algo parecido.
Por ello, reclamó a la dirección de las obras que "tengan en cuenta los errores que se han cometido" en puntos de la construcción de la línea del AVE Madrid-Barcelona como en Bellvitge, donde se hundió una parte del andén de la estación de Cercanías Renfe en octubre de 2007.
Adif ha colocado dispositivos en los edificios de la calle Mallorca para detectar posibles vibraciones por las obras y sigue haciéndolo, según dijo el vecino Paulino Redulez, que teme "por si pasa algo" a su edificio que es "muy viejo".
El vecino de la calle Agustí Solavera también temió que la continuación de los trabajos hacia el centro de la ciudad afecten al templo de la Sagrada Família. Solavera ironizó que con la construcción del túnel, que se sumará a los múltiples de tren y metro, Barcelona parecerá cada vez más "un nido de hormigas", pero esperó que la estación de la Sagrera esté en funcionamiento pronto para coger el AVE hacia Francia.