BARCELONA 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este miércoles que la ciudad proyecta llegar a las 50 bibliotecas municipales en 2020, 14 más de las que están funcionando actualmente en la capital catalana.
Así lo ha confirmado el alcalde, Jordi Hereu, en rueda de prensa tras visitar las obras de la nueva biblioteca Agustí Centelles que abrirá sus puertas en mayo en el barrio del Eixample.
"Somos un referente en Europa en esta materia", ha asegurado el alcalde, que ha aprovechado la visita para hacer una balance de la gestión del Ayuntamiento entre 1998 y 2011 en relación a las bibliotecas municipales.
En este sentido, el delegado de Cultura de la ciudad, Jordi Martí, ha destacado que durante este período se han invertido 100 millones de euros --40 en este mandato--, se han construido 25 bibliotecas nuevas, y se ha multiplicado la superficie de estas instalaciones hasta los 50.000 metros cuadrados.
Martí ha argumentado esta inversión porque el 46 por ciento de los ciudadanos tienen el carné de las bibliotecas, son los espacios municipales más bien valorados con una puntuación de 7,5, y reciben más de siete millones de visitas anuales.
Asimismo, ha justificado que la importancia de llegar a las 50 bibliotecas radica en que los nuevos barrios de la ciudad se doten también de estas instalaciones y cada ciudadano tenga un espacio de estas características a no más de "20 minutos andando desde su casa".
Hereu ha destacado que Barcelona debe sentirse "orgullosa" de sus bibliotecas, tanto porque los ciudadanos siempre han respondido muy bien a estos espacios, como porque el Ayuntamiento ha sabido dar respuesta a esta demanda cultural.
Martí ha confirmado que está previsto que empiecen en 2012 las obras de la Biblioteca Central Urbana de Barcelona, que debe convertirse en el emblema de todas las bibliotecas de la ciudad.
HOMENAJE BARCELONÉS A CENTELLES
El alcalde ha recalcado que, con el nombre de Agustí Centelles dado a la nueva biblioteca, "Barcelona está encontrando las maneras y los espacios" para homenajear al fotógrafo catalán, cuyo archivo fue adquirido por el ministerio de Cultura.
Los herederos del fotógrafo vendieron 10.000 negativos de su padre, considerado el fotógrafo por antonomasia de la Guerra Civil en Catalunya, a este Ministerio, lo que provocó una polémica con la Generalitat que nada pudo hacer para evitar esta venta.
Hereu ha loado que Centelles fue decisivo, a través de sus fotos, para que los catalanes mantuvieran "viva" su memoria histórica, por lo que la biblioteca que lleva su nombre estará especializada en fotografía.