BARCELONA 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El segundo teniente de alcalde de Barcelona y responsable de Acción Social y Ciudadanía, Ricard Gomà, ha presentado este miércoles un dispositivo en fase de prueba que servirá para adaptar el servicio de teleasistencia a personas con discapacidad auditiva o dificultades en el habla.
El dispositivo se añadirá al ya existente, que consiste en una medalla con un botón de emergencia. El nuevo aparato está basado en un teléfono móvil con pantalla táctil, donde aparecen preguntas y respuestas escritas que el usuario pulsa para comunicarse con el operador que lo atiende, en lugar de la comunicación telefónica que tradicionalmente se produce cuando el usuario aprieta el botón.
Gomà ha afirmado que el proyecto responde a una necesidad que habían detectado hacía tiempo y ha asegurado que el nuevo dispositivo hace el sistema "lo más integral posible" y con "el mayor grado de sencillez", simplificando la tecnología para los usuarios de edad avanzada.
El alcalde, Jordi Hereu, ha asegurado que "hay más de 2.500 personas mayores con certificado de discapacidad auditiva", que podrían acceder al servicio ya que está diseñado para personas con cualquier grado de sordera, además de usuarios que tienen dificultades para hablar a causa de enfermedades como la parálisis cerebral, el accidente vascular o esclerosis.
La prueba se está realizando con 20 usuarios con diferentes tipos de dificultad para comunicarse, ha explicado Manuel Montesein, gerente de la UTE Agrupació Mútua Asispa, empresa contratada para desarrollar el servicio. El proyecto piloto terminará a finales de noviembre.
QUEJAS POR LA LENTITUD
Pese a la adaptación de la teleasistencia, Joan, sordo profundo e hijo de un usuario de edad avanzada y también sordo, se ha quejado de que el servicio es "muy lento" a causa del canal de transmisión de los mensajes, vía SMS, lo que implica que la comunicación "no es a tiempo real", sino con lapsos de espera más o menos cortos "dependiendo de la cobertura".
En declaraciones a Europa Press, Joan ha afirmado que su padre ha rechazado el nuevo dispositivo por la lentitud y porque además tiene dificultades para leer.
Gomà ha admitido que "el tiempo de espera es largo" y ha asegurado que siguen investigando alternativas, como la sustitución del canal SMS por GPRS y el desarrollo de un sistema de pictogramas o de vídeo para las personas que tengan problemas para leer.