MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director artístico de los Teatros El Canal y director de Els Joglars, Albert Boadella, aseguró que tiene un "feeling' muy importante" con la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, con la que colaboró en la formación de este partido político. Auguró un "buen futuro" a esta formación, alegando que le parece "esencial" que quede claro "el sentido de nación de España".
En una entrevista de Europa Press, el dramaturgo afirmó que la actual "disgregación" es "muy negativa", y apostó por una "idea común" de un Estado moderno donde los derechos y libertades sean los mismos, haciendo hincapié en que no se refiere a una idea "casposa" del nacionalismo español.
De hecho, afirmó que el nacionalismo es "malo en todos los sentidos", y aseguró que el nacionalismo español con Franco era "insoportable, cursi y estúpido".
Tras admitir que se ha metido "en todos los berenjenales" y que ha sido "muy pasional" en cuestiones políticas, subrayó que está a favor de ningún nacionalismo, porque "siempre" requiere tener un enemigo, y defendió vivir en un Estado que no se divida en "pequeños reinos de taifas o pequeñas tribus".
"REFINAMIENTO PERVERSO" DE LA POLÍTICA CATALANA
Boadella manifestó que tiene claro que en Catalunya existen unos "principios fundamentales de la tribu": "No se puede decir que España te gusta mucho y que te sientes español". Añadió que como él lo ha hecho, le han convertido en "el retrato del enemigo a batir".
Remarcó que eso no ha sucedido, en cambio, con el programa de sátira política 'Polònia' de TV3, porque es, según el autor, un programa "muy dirigido desde el punto de vista político". "Las cosas más ridículas siempre son en castellano" y, por tanto, "cumple el objetivo de la tribu", argumentó.
En este aspecto, destacó que Catalunya tiene "un refinamiento perverso en sus formas políticas" que se centra en la "muerte civil" de los que se enfrentan a los poderosos.
UN "DIVORCIO PERFECTO"
Por lo que se refiere a la situación actual de su comunidad, Boadella dijo: "Me importa un rábano lo que ocurra en Catalunya". Añadió que no sintoniza ningún medio en catalán, y se siente "aliviado", como "ellos se han sentido aliviados" cuando el dramaturgo se marchó. "Un divorcio perfecto", sentenció.
Explicó que está feliz en Madrid, que definió como "una ciudad", y no "una capital de provincia como Barcelona". Sin embargo, admitió que lo que más le cuesta es vivir en una "gran urbe", porque le gusta vivir en su "exilio dorado" en Girona, motivo por el que alterna ambas ciudades.