MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, afirmó este lunes que no cree que los catalanes se levanten preocupados por la sentencia del Estatut, que les importa "de aquella manera", prueba de ello es "la confluencia al referéndum, que no fue masiva". Agregó que, de todos modos, "los catalanes tienen derecho a que el Tribunal Constitucional (TC) se pronuncie con la mayor diligencia posible".
En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, pidió "que se respete al árbitro" porque eso es fundamental "para que el juego sea limpio". "Es verdad que hay árbitros más rápidos, más jóvenes, más mayores, más listos, más torpes, pero hay que respetarlos porque son la autoridad", remachó.
A su juicio, los tres años que el TC lleva deliberando acerca de la legalidad del Estatut "no son pocos para una sentencia" porque "en tres años hay tiempo para casi todo, y debió darles tiempo". Añadió que el mejor modo de ser respetado que tiene el TC es "dictar sentencia".
Apuntó que es "comprensivo" con algunas críticas al Alto Tribunal, ya que debió renovarse y no lo hizo, por lo que no hay por qué "aplaudir" al árbitro, pero tampoco "se le puede quitar el silbato".
LOS POLÍTICOS SON QUIENES MÁS SE PARECEN A LOS CIUDADANOS
En otro orden de cosas, se refirió a la distancia entre los políticos y los ciudadanos asegurando que los políticos son el colectivo que más se parece a la gente, pero que sus miserias "son las que más se ven, si un político comete un error, nada queda clandestino".
También aseguró que "deberían resolverse" las distancias que se dan entre ambos colectivos. "Cuando las papeletas no entran en las urnas, cuando la abstención es noticia, es porque los políticos no entramos en la casa de los ciudadanos", subrayó.
Cree que la forma de acercar a ciudadanos y políticos es una reforma de la Ley Electoral, y que los electos sepan que deben su escaño a los electores "y no a quien los pone ahí". Agregó que la Ley Electoral "ha rendido unos frutos magníficos" pero que "ya es hora de reducir el poder de las cúpulas partidarias".
En relación con aquellos que piden un cambio constitucional, afirmó que "con sonrisa o sin ella, hay que hacer lo que dice la Constitución", ya que en España hay personas que "de manera pública dicen desde hace tiempo que difieren" de los planteamientos de la carta magna, por lo que pueden decirlo pero no "hacer prevalecer su deseo contra la Ley".