BARCELONA 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
La edificación catalana ha crecido un 15% el primer semestre respecto al mismo periodo de 2015, según datos de superficie visada --obligatoria para obra nueva y gran rehabilitación-- presentados por el Colegio de Arquitectos de Catalunya, que ha alertado de que el crecimiento es de la mitad respecto al avance interanual de hace un año, que fue del 32%.
En rueda de prensa, el decano del Colegio de Arquitectos de Catalunya, Lluís Comeron, se ha negado a considerarlo una recuperación porque los datos están condicionados por grandes proyectos pensados antes de la crisis y porque todavía se sitúan entre la mitad --obra nueva-- y un tercio --rehabilitación-- de la media europea, ha expuesto.
Los proyectos en la ciudad de Barcelona han crecido un 11,75% interanual, y en el resto de la provincia un 17,98%, mientras que también ha habido aumento en las provincias de Lleida (+31,38%) y Girona (+21,56%); por contra. la superficie visada ha caído en Tarragona (-7,66%) y en Terres de l'Ebre (-17,05%).
VIVIENDA
Comeron ha indicado que se produce un crecimiento tanto en vivienda como en no vivienda, pero que es muy bajo, y ha considerado que la construcción residencial debería triplicarse para ponerse al nivel de otros países europeos, alcanzando entre 25.000 y 30.000 viviendas anuales --en el primer semestre se visaron 4.044--.
La rehabilitación residencial ha sido de 5.500 viviendas entre enero y junio, y el decano ha alertado de que, al ritmo actual, no se podría renovar el conjunto del parque catalán hasta el año 2350.
Por todo ello, ha insistido en la petición de apoyo de las administraciones para que el sector recupere su peso normal en el PIB y las construcciones no se degraden, proponiendo subvenciones e incentivos fiscales.
PLAN ESTRATÉGICO
Ha señalado que hay nuevas necesidades en la edificación por el envejecimiento de la población y el uso de las nuevas tecnologías, y ha visto necesario un plan estratégico que coordine las políticas públicas para que el sector pueda volver a la normalidad "en cuatro o cinco años".
Asimismo, ha insistido en la petición de actualizar los planeamientos urbanísticos, hacer más ágil el cambio de usos del suelo para adaptarlos a la demanda, y evitar la "hemorragia" legislativa que dificulta la actividad constructiva por las continuas modificaciones y nuevas exigencias al sector.