Endesa celebra el centenario de su central hidroeléctrica de Talarn (Lleida)

Entre 1912 y el 1916 la población de la Conca de Tremp creció un 65%

LLEIDA, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

Endesa celebrará este miércoles el centenario de la puesta en funcionamiento de la presa de Talarn por la compañía Barcelona Traction, Light and Power Company, conocida popularmente como La Canadiense, predecesora de la actual compañía.

En 2012, con motivo del 100 años de historia de las hidroeléctricas en el Pirineu, Endesa cedió, a través de su Fondo Histórico, una treintena de piezas a la exposición itinerante 'El Pallars ilumina Catalunya', que se inauguró el septiembre de ese año.

Esta exposición quedará ubicada de forma permanente en un espacio de la central de Talarn, ha informado Endesa este martes en un comunicado.

El complejo hidroeléctrico de Talarn --denominado también de Sant Antoni o de Tremp-- en su momento era la presa más grande de Europa y la séptima del mundo, y el pantano fue uno de los primeros que se construyó en Catalunya y el primer gran embalse del estado español ideado para un uso hidroeléctrico.

La construcción de la central de Talarn empezó a finales del 1911 con la obtención de los permisos que permitieron iniciar las obras el noviembre de 1912 con un túnel de derivación del río Noguera Pallaresa.

Para llevar a cabo la obra fue necesario ejecutar la central auxiliar de Sossís --situada cerca de la Pobla de Segur--, una cementera, la carretera de Terradets, canales de reguera (que propiciaron nuevos cultivos como almendros y forrajes) y un campamento por los 4.000 trabajadores que participaron, puesto que la Conca de Tremp no contaba con suficientes alojamientos como consecuencia del aumento de población, que entre el 1912 y el 1916 creció un 65%.

La totalidad del complejo hidroeléctrico de Talarn, que está formado por la presa, el embalse y la central de producción de electricidad, supuso una inversión de casi 39 millones de pesetas.

Con este dinero se habrían podido construir hasta 98 edificios como la Casa Milà de Barcelona, conocida popularmente como La Pedrera, que también data de aquella época y ya fue un edificio considerado muy costoso.