Una decena de pacientes del Hospital de Sant Pau participan probando un fármaco
BARCELONA, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un ensayo clínico internacional tratará de combatir el Parkinson en 700 pacientes de varios países que tienen la enfermedad en un estado inicial, actuando sobre los depósitos anormales que genera la proteína alfasinucleína, que deriva en la muerte de las neuronas, afectando al sistema motor.
"Si los resultados son positivos, se podría abrir una nueva línea de investigación orientada a parar la enfermedad", mientras que actualmente los esfuerzos se centran a paliar los síntomas, ha explicado el investigador y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Jaume Kulisevsky, en un comunicado de la universidad este miércoles.
El científico lidera un equipo de investigadores del Hospital de Sant Pau de Barcelona que participa en el ensayo experimental siguiendo a una decena de pacientes.
El estudio se realizará desde este mes de abril y durante un año de forma simultánea en varios centros internacionales, incluyendo países como Alemania, Holanda, Estados Unidos y Canadá, además de España, con la previsión de presentar las conclusiones en 2020.
Existen varias formas de actuar sobre esta proteína relacionada con la muerte de neuronas: "Alterando el gen, capturando los depósitos anormales que se depositan en la neurona o, incluso, generando anticuerpos", ha explicado Kulisevky.
Se suministrará a los participantes un fármaco activo o un placebo, para comparar posterioremente los resultados: "Es una nueva línea de investigación esperanzadora que puede implicar un cambio de paradigma en el tratamiento de los enfermos, ya que hasta ahora no había evidencias de que se pudiera influir en la evolución de la enfermedad", ha valorado.
NUEVO FÁRMACO
En paralelo, el equipo de Kulisevsky ha desarrollado un fármaco para aliviar las afectaciones cognitivas del Parkinson, en un proyecto de colaboración entre la UOC y el Ciberned del Hospital Carlos III de Madrid, que publicará sus conclusiones a finales de este año.
La colaboración entre la UOC y el Sant Pau investigará también con enfermos si la estimulación magnética craneal mejora las capacidades motoras y los síntomas cognitivos y neuropsiquiátricos asociados a la enfermedad.