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Más de la mitad de los casos actuales de desamparo se resolverían con una prestación
BARCELONA, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Acción Social Infancia (Fasi), que vela por la protección de las familias catalanas más vulnerables, urge a ayudas para que los padres no pierdan la custodia de los hijos por la crisis.
En concreto, ha urgido a la Generalitat y a los entes locales que activen ayudas económicas para evitar que la administración retire la tutela a aquellos padres que no pueden hacerse cargo de sus hijos por cuestiones meramente económicas.
"Existe el riesgo de que las situaciones de pobreza de las familias puedan ser interpretadas por la administración como negligencia o desamparo", ha alertado en una entrevista de Europa Press el director de operaciones de Fasi, Ricard Calvo.
Para el representante de esta fundación de protección familiar "no puede ser" que los hijos de una familia sin recursos acaben en el circuito administrativo de protección sin que antes se haya intentado paliar la situación mediante el apoyo económico y social.
Ha subrayado que no hay constancia de que la Generalitat esté retirando más tutelas de menores por cuestiones económicas, aunque sí que se está disparando el riesgo de que esto ocurra: "Es importante que no se condene a las familias sin recursos a estar a apartadas de sus hijos. Debe ayudárselas a que puedan hacerse cargo de sus pequeños".
Calvo ha recordado que cada vez son más las familias catalanas que han perdido su vivienda y se ven obligadas a vivir en habitaciones, algo que "evidentemente, puede desencadenar en una situación de desamparo de los hijos, que no pueden tener sus necesidades cubiertas con garantías".
"Por ello es urgente ayudar a estas familias antes de que se produzca un desamparo real y los niños acaben en centros", ha valorado Calvo, que ha apostado por que los equipos sociales atiendan estos casos en el propio domicilio, lejos de recursos de institucionalización.
Para lograrlo, ha apelado especialmente a los ayuntamientos y servicios sociales de proximidad a fortalecer las redes de detección más cercanas para evitar que ninguna familia quede desatendida.
"Hay niños que van a la escuela sin desayunar e incluso hermanos que comparten la misma cama en una habitación. Esto es pobreza, no maltrato o negligencia", ha aseverado Calvo, que ha pedido que antes de retirar una custodia se intente subsanar la situación económica del entorno familiar.
Según los datos que maneja Fasi, cerca del 80% de las situaciones de desamparo que se detectan en Catalunya actualmente son fruto de negligencias y desatenciones por parte de los padres, no de maltratos ni de abusos sexuales, por lo que "más de la mitad de casos se resolverían con una ayuda económica y un seguimiento exhaustivo de la familia", ha valorado Calvo.
En Catalunya se inició hace dos años una tendencia negativa de la cifra de niños tutelados por la administración, algo inédito hasta entonces ya que anualmente se habían ido incrementando el número de menores amparados por la Generalitat: "Hay que tener en cuenta que desde 2010 se ha cambiado el modo de computar las tutelas y que se han creado mecanismos de guarda y protección que hacen variar las estadísticas", ha dicho.
MENOS COSTES
"El gasto de la institucionalización de un menor en un centro es diez veces superior a lo que cuesta ayudar económicamente a una familia", ha contabilizado Calvo, que ha recordado que el coste de la manutención de un niño en un centro es de unos 3.000 euros al mes.
Por ello, ha apostado por seguir la estela de Francia, donde se destinan numerosos recursos económicos a las familias, lo que hace que los índices de protección y tutela de la administración sean muy bajos y por lo tanto, se produzca un ahorro económico en paralelo a un mayor bienestar social: "Está demostradísimo que cualquier recurso que se dedique a una familia acabará repercutiendo de forma directa en los hijos".
"Las familias no están recibiendo el apoyo necesario por el hecho de tener un hijo", ha añadido, y ha apostado por fomentar las capacidades parentales de aquellas personas que lo necesiten a través de programas de ayuda en el entorno más cercano, especialmente mediante la intervención en el propio domicilio.
MÁS VALENTÍA POLÍTICA
Según Calvo, en Catalunya "se necesitan políticos más valientes, que se atrevan a dar una ayuda económica a estas familias", por lo que ha criticado que la administración prefiera ofrecer servicios antes que prestaciones porque es una opción que produce mayor aceptación social.
"Dar una paga a las familias sin recursos para que puedan cuidar de sus hijos con garantías no tiene porque generar un efecto llamada ni rechazo social", ha afirmado, y ha recordado que este tipo de apoyo económico puede evitar muchos casos de malnutrición y de desamparo.
Calvo ha apostado por "reformular" el actual sistema de protección de menores para fomentar el crecimiento de los niños en un entorno familiar, algo que Fasi ya está llevando a cabo a través del proyecto Cases d'Infants, que en dos años ha atendido a 182 menores y sus familias.